En
casi todas las novelas de Beatriz Escalante, la mujer juega el rol más
importante. Ese es el caso de “Júrame que te casaste virgen”, “Cómo ser mujer y
no vivir en el infierno”, así como también la que me parece su mejor obra, “El
paraíso secreto”. En ella, Beatriz cuenta la historia de Magdalena, una mujer
que desde su infancia fue comprada por un árabe para ser su aprendiz; éste árabe
es un maestro en el arte de la alquimia, y busca realizar el elixir que ha
atormentado a todos los alquimistas desde el inicio de los tiempos: el elixir
de la inmortalidad. Magdalena llega a sustituir al árabe en la búsqueda de los
ingredientes y en la preparación de un elixir que parece imposible. Y es que el
elixir de la inmortalidad no sólo depende de ingredientes, sino también de
determinadas épocas del año y determinadas fases de la luna. En su búsqueda por
comprender los pergaminos falsos que había dejado el árabe como legado después
de su muerte, Magdalena se topa con una caravana manejada por Odilón, un ser
que gusta de coleccionar seres que tienen deformidades, y exhibirlos a cambio
de dinero.
En aquella caravana se encuentran seres que
van desde un hombre doble (un hombre con un solo torso pero dos piernas, dos
manos y dos cabezas), una mujer sin esqueleto, un cíclope, un hombre sin
labios, y varios enanos e idiotas. De todos ellos, el más importante de la
trama es un enano que no es feliz como
los demás parecen serlo en aquella caravana; mientras todos los demás
parecen haber encontrado su destino, el enano se siente impotente y se pregunta
por qué no puede ser incluso más raro que todos los demás miembros de la caravana;
ser más valioso. Magdalena cambia su destino al trazar con una navaja una nueva
línea de la vida en su mano, y aquello surte efecto: el enano es elegido por un
duque para ser su amuleto de sueños. Posteriormente, en el transcurso de la
novela, el enano y Magdalena se vuelven a encontrar.
“El paraíso secreto” es una novela cuyo eje
temático es la mortalidad; la desesperada búsqueda de Magdalena por el elixir
de la inmortalidad la lleva a ser considerada una secuaz del demonio según un
padre; el enano, al revés que Magdalena, no busca una inmortalidad, sino una
mortalidad honorable, digna; ese es el
dilema moral en el que desemboca el clímax de la novela. La persecución de una
madre quien afirma que Magdalena la traicionó, los dilemas religiosos de un
padre, o el sentimiento de culpa del médico del duque, son sólo otros de los
aspectos que refuerzan el mensaje de la novela.
Con un
lenguaje fantástico, metafórico y preciso, Beatriz Escalante nos cuenta una
historia entretenida que nunca divaga, donde todo es historia. Quizás su único defecto
es su final acelerado, aquella sensación al final de que la historia termina de
golpe, sin un final realmente conclusivo. Pero exceptuando eso, “El paraíso
secreto” es una novela redonda.
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