domingo, 19 de mayo de 2013

El ensayo: el género literario visto desde las perspectivas de Oscar Wilde y Eduardo Galeano





El ensayo es probablemente el género literario que más dificultades conlleva a la hora de definirlo. Es un género “impuro, impropio, mixto, marginal, ambiguo, inestable, impreciso, fuera de lugar”[1]. Pero si lo analizamos como un género literario más, encontraremos características en común, comparando ensayos, desde los primeros que realizó Montaigne (quien los bautizó) hasta los ensayos contemporáneos, de autores mayoritariamente de tendencia filosófica o psicológica: Lukács, Heidegger, Piaget. ¿Qué es entonces el ensayo? Una definición exacta no puede conseguirse, porque todos los autores que han recurrido a él lo conciben de maneras distintas. Alfonso Reyes lo definió como el “centauro de los géneros”. Es un híbrido, y quizás podamos decir que cada ensayo sigue sus propias reglas, estableciendo su intención, su contenido, su lenguaje, su enfoque, su extensión. El ensayo “no sólo es un delicado compromiso entre el análisis y la intuición, entre el lenguaje expositivo y el metafórico, entre el conocimiento objetivo y la percepción íntima, sino que es tan diverso como diversas son las disciplinas humanas”[2]. En otra definición, Ortega y Gasset opina que el ensayo “es la ciencia menos la prueba explícita”.
   ¿El ensayo en verdad nace con Michel de Montaigne? El mismo nos responde que sí: “Los autores se dan a conocer al pueblo por alguna marca particular y externa: yo soy el primero en dar a conocer mi ser total, como Michel de Montaigne, no como gramático, o poeta, o jurisconsulto”. ¿Pero en verdad Montaigne fue el primero? ¿Qué podríamos decir de las Cartas a Lucilio de Séneca, o los Moralia de Plutarco? ¿Y Platón, Horacio y Plinio? ¿Y las obras medievales como las Confesiones de San Agustín, o los de humanistas como Maquiavelo (El príncipe) y Erasmo de Rotterdam (Elogio de la locura), que podrían considerarse ensayos, todos anteriores a Montaigne? Al parecer, los antiguos no lo distinguieron como un género literario más, a lado de la poesía, el drama, la novela. Textos que se pueden denominar “ensayos” han sido encontrados en todas las épocas. El concepto de ensayo era nuevo, pero no el ensayo mismo.
   Ciertamente Montaigne logró “institucionalizar” el género, darle un nombre y unas características definidas. Sus observaciones para entender qué es el ensayo son aún válidas: “Tomo al azar el primer tema que se me presenta. Todos me son igualmente buenos. Y jamás pretendo tratarlos por entero. Pues de nada puedo ver el todo… Penetro en él, no con amplitud sino con la mayor profundidad que puedo… Suelo rendirme a la duda o a la incertidumbre, o a mi estado original que es la ignorancia”[3]
   El desarrollo de este “reciente” género no fue igual en todas las culturas. Suponiendo que su nacimiento se dio en Francia, se extendió pronto a toda Europa casi al mismo tiempo en el que Montaigne publicaba sus Ensayos. Sólo ocho años después surgiría Bacon, su contraparte inglesa, moldeando y siguiendo a Montaigne con lo que es un ensayo moderno; cuando el autor ya sabe que está escribiendo un ensayo. Bacón es sólo el primer inglés de muchos: De Quincey, Carlyle, Ruskin, Walter Pater; éste último influiría en Oscar Wilde. Es un tanto curioso que en España apareciera como tal hasta fines del siglo XIX, como consecuencia de la generación del 98.[4] Leopoldo Alas “Clarín” opinó así de Ariel de José Enrique Rodó: “Ariel no es una novela ni un libro didáctico; es de ese género intermedio que con tan buen éxito cultivan los franceses y que en España es casi desconocido”. Sin embargo, obras de Francisco de Quevedo como “Mundo caduco y desvaríos de la edad”, y “Las cuatro pestes del mundo y los cuatro fantasmas de la vida”, ya pueden clasificarse como ensayos, ya sea de vertiente política o filosófica. Es hasta Miguel de Unamuno que en España, el ensayo se establece como un género literario más.
   Es entonces el ensayo una búsqueda, con todas sus vacilaciones. Es una forma “dispersa y fragmentaria, que no sigue un cauce retórico previamente establecido; un texto literalmente abierto”[5]. Son parientes del ensayo el discurso, la disertación, los diálogos (en sus vertientes platónicas y renacentistas), y las epístolas. Y cada uno de esos “parientes” tiene sus propias características. ¿Cuáles son las características del ensayo? Si partimos de la anterior idea de que cada autor dispone de sus propias reglas, para escribir sus ensayos, quizás debamos escoger dos obras y confrontarlas, y tal vez así logremos entender como cada autor tiene su propia idea del ensayo.
   Tomemos primero el ejemplo de Oscar Wilde. El esteta por excelencia, de quien Borges (otro gran ensayista) opinó: “Leyendo y releyendo, a lo largo de los años, a Wilde, noto un hecho que sus panegiristas no parecen haber sospechado siquiera: el hecho comprobable y elemental de que Wilde, casi siempre, tiene razón”[6]. Famoso por sus cuentos y sus obras de teatro, quizás donde menos ha sido reconocido es en sus ensayos, los cuales no son pocos, y algunos los pronunció frente a un público estadounidense, en su gira de conferencias por América. Entre sus ensayos encontramos Intenciones, que es un recopilatorio de ensayos que incluye El crítico como artista, La decadencia de la mentira, Pluma, lápiz y veneno, y La verdad sobre las máscaras. Los cuatro al parecer alcanzan ejes temáticos similares: la belleza del arte por encima de la misma naturaleza, la crítica, etc. Otro de sus ensayos que publicó, El alma del hombre bajo el socialismo, Borges lo calificó como “no sólo es elocuente, sino justo”.[7] Este último ensayo tiene todas las características a la que podemos adjudicar generalmente a los ensayos: un tema fijo, pero al que le da vueltas, y delibera sobre él. En este caso, un mundo regido por el socialismo, sólo que Wilde lo interpreta de una manera un tanto romántica: “Bajo el Socialismo todo esto, naturalmente, se modificará. No habrá gente viviendo en fétidas pocilgas, vestida con hediondos andrajos, criando niños débiles, acosados por el hambre, en medio de circunstancias absolutamente imposibles y repulsivas. La seguridad de la sociedad no dependerá, como sucede ahora, del estado del tiempo. Si llega una helada no tendremos a cien mil hombres sin trabajo, deambulando por las calles miserablemente, o pidiendo limosna a sus vecinos, o apiñándose ante las puertas de detestables albergues para tratar de asegurarse un pedazo de pan y un sucio lugar donde pasar la noche. Cada miembro de la sociedad compartirá la prosperidad y felicidad general, y si cae una helada, prácticamente nadie estará peor.”[8] . A Wilde le parece que el socialismo conducirá al individualismo, el sistema político más apto para que la personalidad se desarrolle, y consecutivamente, el artista florezca. Es profético en ocasiones: “Si el Socialismo es Autoritario; si hay Gobiernos armados de poder económico, como lo están ahora de poder político; si, en una palabra, llegamos a Tiranías Industriales, entonces la condición del hombre sería peor que la actual”[9]. Observamos en este ensayo las características que comparten muchos ensayos: Wilde, con su prosa simple pero poética, argumenta una idea (una hipótesis) y la desarrolla, vierte toda su personalidad en ella; no hay personajes ni ficción, es él mismo exponiendo una teoría, y no necesariamente está buscando una razón o incluso una moral (“[…] y que si bien los pobres no tienen cultura ni encanto, tienen sin embargo muchas virtudes”[10]).
   Sin embargo, en ensayos como El crítico como artista, encontramos una singularidad. Están escritos en forma de diálogo teatral: dos personajes, Gilbert y Ernest, e incluso hay una acotación para precisar el escenario: el interior de una biblioteca en una casa de Piccadilly con Green Park. ¿Por qué este texto es entonces considerado un ensayo, en vez de una obra de teatro? Wilde utiliza su dramaturgia, lo que lo lanzó al estrellato, como mera función expositiva para demostrar sus ideas. Escribe pues un diálogo ficticio, entre dos personajes que debaten una idea: ¿es el crítico también un artista? Pero también mencionan cotidianidades: “No; no me apetece oír música ahora. Es demasiado indefinida. Además, anoche, en la cena mi pareja era la baronesa de Bernstein, y ella, que es tan encantadora en todo, se empeñó en hablar de música, como si ésta estuviese escrita tan sólo en alemán”[11]. Pero incluso en estas aparentes cotidianidades Wilde lanza más ideas que reforzarán su diálogo.  Surgen preguntas, como en todo buen ensayo: ¿para qué sirve la crítica del arte? ¿Por qué razón el artista debe ser turbado por el retumbar estridente de la crítica? Las preguntas no necesariamente son respondidas, los personajes debaten con sus propios argumentos una idea, y en ocasiones se dan la razón, en otras señalan su desaprobación. Pero es un diálogo, cada quien aporta ideas, como si el mismo Wilde debatiera consigo mismo, poniendo a prueba la validez de sus ideas. Tienen todo el estilo de Wilde: la burguesía y aristocracia de la época victoriana, el lenguaje florido y amanerado en ocasiones, y constantes referencias literarias. Está dividido en dos partes: “La importancia de no hacer nada” y “La importancia de discutirlo todo”.  Al final, los dos personajes no llegan a un acuerdo, pero por lo menos reconocen la importancia de su propio diálogo. “La crítica es más creadora que la creación misma, y que la crítica más sublime la que revela en la obra de arte lo que el artista no ha puesto en ella; que precisamente porque un hombre no puede hacer una cosa es por lo que es el juez perfecto para ella; y que el verdadero crítico es parcial, falto de sinceridad e ilógico en muchas ocasiones. Amigo mío, creo que usted es un auténtico soñador”[12]
   Otra controversia similar es para definir su “De Profundis”, la carta que escribió Wilde a Alfred Douglas, desde la cárcel. Habíamos definido que la epístola es pariente (quizás lejano) del ensayo, pues aunque no deja de tener narración y a veces, ciertos rasgos autobiográficos, el autor aquí también expone su yo en aras de ser entendido. En el humanismo renacentista, la epístola era el género que hacía el papel que ahora hace el ensayo; a veces el remitente era imaginario. La epístola tenía una función didáctica, como ahora lo tiene el ensayo, y las había en prosa y en verso. Entre sus exponentes encontramos a Petrarca, quien escribió cartas a Cicerón y a San Agustín; las Cartas Persas de Montesquieu, y también Erasmo de Rotterdam escribió cientos de ellas.
   “De Profundis” tiene un remitente real, el amante de Wilde. Podemos dividir “De Profundis” (también llamada “Epistola: in carcere et vinculis”, como le llamó Wilde) en dos partes. La primera es una epístola íntima, crudamente personal y autobiográfica: una carta de reproche y amor hacia Alfred Douglas, o como le llamaba Wilde, Bosie. Wilde narra su relación con Bosie, los acontecimientos definitorios, el prometedor inicio y el ocaso de aquella relación enfermiza. Le reprocha a Bosie su vanidad, su falta de imaginación, el odio a su padre; esto último declara que es la verdadera causa de que se encuentre en la cárcel.
   La segunda parte es la ensayística. Wilde aquí describe el crecimiento espiritual que ha conseguido en la cárcel. Eleva el pecado a una categoría estética, y postula que Jesucristo es el primer artista romántico de la historia. Wilde rememora sus antiguos ideales de belleza y hedonismo, y los reconsidera; ahora enaltece el sufrimiento, y el sentimiento de la piedad. Es de nuevo Wilde exponiéndonos una idea, sin el glamour que caracteriza a sus otros ensayos, que tocaban temas meramente literarios. Aquí Wilde se realiza un examen, y revaloriza sus propias y antiguas obras. La frase que incluyó en uno de sus cuentos: “¿No es aquel quien creó la miseria más sabio que tú?”, admite que la escribió sin saber su verdadero significado. Ahora dice comprenderlo. La frase que quizás sintetice esta obra es: “El momento cumbre del hombre es cuando se alce a los tejados, se lancé al suelo y confiesa todos sus pecados”
   ¿Es De Profundis una epístola o un ensayo? La primera publicación de la obra incluía sólo la segunda parte, la que podemos considerar ensayo como tal. Pero ya hemos dicho con anterioridad que el género ensayístico es el más flexible de todos, el que sigue menos reglas, y no tiene ninguna autoridad, o un canon que exija los ensayos las mismas características. El ensayo es una “perspectiva para ver, un punto de partida”[13]. El De Profundis de Wilde es una obra donde más podemos ver desde la perspectiva de este escritor, y aun sufriendo las penurias de la cárcel, tiene aún sensibilidad para postular su teoría del Cristo como artista romántico. Esta última una hipótesis como la de cualquier otro ensayo.
   Pasemos al otro ejemplo: Eduardo Galeano. Escritor famoso por sus cuentos, su hiperrealismo, su denuncia social. Esta última la que nos atañe, la que vemos expuesta en una de sus obras más reconocidas y un ensayo con todas sus características: Las venas abiertas de América Latina.
   Este libro es un análisis histórico y didáctico de la historia de Latinoamérica con un enfoque de denuncia hacia la colonización española y el establecimiento del Nuevo Mundo, describiendo la explotación de los recursos naturales, y por supuesto, la explotación del hombre. Es una investigación que ahonda en los orígenes del actual contexto político y social de Latinoamérica, una retrospectiva detallada de las colonizaciones materiales y espirituales, primero de Europa, después de Estados Unidos. Galeano escribió “un ensayo testimonial, que fue muy leído en su tiempo […] y se trata de un buen ejemplo de reportaje político y de literatura de combate, al que distingue un estilo de gran precisión y convicción”.[14]
   ¿Qué características encontramos en “Las venas abiertas de América Latina” que podemos extraer y generalizar en todos los ensayos? Es un texto que, aparte de denunciar y narrar, Galeano se toma tiempo para reflexionar y exponer sus ideas sobre este vergonzoso episodio (que aún continua) en la historia: “Una escalera mecánica es la revelación del paraíso, pero el deslumbramiento no se come: la ciudad hace aún más pobres a los pobres, porque cruelmente les exhibe espejismos de riquezas a las que nunca tendrán acceso, […] máquinas poderosas como el Dios y como el Diablo”[15]. Como se ve, la prosa de Galeano no es la de un periodista que muestra la realidad tal cual, que la exhibe desnuda y sin adornos. Galeano sigue siendo el poeta y el cuentista, y esta vez domina un tema que le apasiona, y le es imposible dejar las figuras literarias. Esto es lo que distingue al ensayo de géneros periodísticos como la crónica, los cuales también desarrollan un tema; estos últimos tienen temporalidad y fecha de caducidad. “Las venas abierta de América Latina” se queda en la literatura, porque no es un libro panfletario ni una crónica. Es la voz de un testigo de esa cruel invasión, la voz de un poeta. La última frase es Galeano hablando, su atisbo de esperanza: “"Se abren tiempos de rebelión y de cambio. Hay quienes creen que el destino descansa en las rodillas de los dioses, pero la verdad es que trabaja, como un desafío candente, sobre las consciencias de los hombres"[16]
   Sea cual sea el tema que tomen, los autores de sus ensayos, ya sea narrando un episodio histórico (Galeano) o exponiendo sus ideas, o las interpretaciones de otras ideas (Wilde, Montaigne), la voz es la voz del autor, es él mismo sin personajes ni ficción, hablando consigo mismo (y no necesariamente exponiéndole un tema al lector); y aquí tiene todo el permiso para divagar, permiso que se le es negado en la poesía y el cuento. El ensayo “representa una mirada que observa a la vez que evalúa, en un esfuerzo tensivo, que se tiende como puente desde y hacia un mundo valorado”[17]. Un texto de tema fijo pero no inamovible, ya que el autor puede jugar con él. Decir que es una composición escrita en prosa, generalmente breve y en el cual se expone la interpretación personal de un tema, es quedarse corto. Y también decir que se divide en categorías como el ensayo crítico, el ensayo poético, el ensayo personal… Hay tantos tipos de ensayos como autores. El mismo Galeano alguna vez afirmó: “No hay géneros. Sólo hay literatura”. Para reforzar esta última idea, está José Miguel Oviedo, quien habla así de Borges: “[…] no existen de manera separada un Borges ensayista, un Borges poeta, un Borges cuentista […] un texto como “Borges y yo” es un cuento que es también un ensayo que es también un poema”.[18]
   ¿Es entonces el ensayo un género indefinido o indefinible? Quizás, en los tiempos de Montaigne, había unas características definidas, un fin determinado, una función específica. En la actualidad, no hay una forma específica para escribir un ensayo, pero incluso aunque exista una flexibilidad, siempre hay denominadores en común en todos ellos: un tema, un autor, un tema que investigado, analizado, y profundizado por el autor, éste ahora puede verter su personalidad en él, presentar hipótesis y teorías; sus pensamientos, sustentados por una base literaria o científica, son la voz de su prosa. No hay reglas para escoger los temas para los ensayos, y así como hay ensayos sobre las religiones, el arte, la literatura, o el hombre, hay ensayos sobre el mismo ensayo, como este brevísimo, que ha finalizado.
  





[1] Weinberg Liliana, Pensar el ensayo, Siglo XXI Editores, 2007, pp. 16.
[2] Oviedo, José Miguel. Breve historia del ensayo hispanoamericano¸ Alianza Editorial, pp. 12
[3] Montaigne, Ensayos I, Editorial Gredos, pp. 370
[4] Oviedo, José Miguel. Breve historia del ensayo hispanoamericano¸ Alianza Editorial, pp. 20
[5] Oviedo, José Miguel. Breve historia del ensayo hispanoamericano¸ Alianza Editorial, pp. 18
[6] Borges, Jorge Luis. Otras inquisiciones. Alianza Editorial, pp. 78
[7] Borges, Jorge Luis. Otras inquisiciones. Alianza Editorial, pp. 78

[8] Wilde Oscar, De profundis y ensayos, Editorial Losada, pp. 167
[9] Wilde Oscar, De profundis y ensayos, Editorial Losada, pp. 168
[10] Ibid, pp. 168
[11] Ibid, pp. 114
[12] Ibid, pp. 134
[13] Weinberg Liliana, Pensar el ensayo, Siglo XXI Editores, 2007, pp. 22
[14] Oviedo, José Miguel. Breve historia del ensayo hispanoamericano¸ Alianza Editorial, pp. 147
[15] Galeano Eduardo, Las venas abiertas de América Latina, Editorial Siglo XXI, pp. 245
[16] Ibid, pp. 252
[17] Weinberg Liliana, Pensar el ensayo, Siglo XXI Editores, 2007, pp. 23
[18] Oviedo, José Miguel. Enciclopedia del ensayo, Alianza Editorial, pp. 97

jueves, 16 de mayo de 2013

Ensayo: ¿Será que los símbolos bíblicos y las referencias culturales que se encuentran en la animación japonesa “Evangelion”, influyen sobre la trama y sus protagonistas?

¿Qué y cuáles son los símbolos bíblicos?
Primero definamos lo que es un símbolo: es un ser u objeto que representa a un concepto abstracto, ya sea por semejanza o por alguna asociación deliberada por quien creó el símbolo[1]. Podemos entrever que todas las religiones se han valido de una simbología para predicar sus mensajes, siempre y cuando estos sean bien interpretados. En la religión judeocristiana, que es la que para esta investigación nos interesa, podemos encontrar un sinnúmero de símbolos que incluso ya se han salido de los márgenes de la misma religión para aparecer en la cultura popular.
   Quizás el símbolo judeocristiano más universal es la cruz. No obstante, su origen no se remonta a esta religión, sino a épocas más atrás; ya desde los hebreos o incluso las civilizaciones prehispánicas lo conocían[2]. El origen del símbolo de la cruz es el círculo; la perfección matemática, que simbolizaba a Dios. Después fue agregado un punto en el interior del círculo y así hasta llegar a la cruz (que tiene también otro origen: la cruz Ankh de los egipcios). Sin embargo, la cruz siempre será asociada al pasaje de la crucifixión, donde Jesús se sacrifica por los pecados de la humanidad. Para la religión judeocristiana, la cruz simboliza amor y redención. Pero ésa es la connotación judeocristiana del símbolo de la cruz; depende de la perspectiva, se asocia un significado distinto, aunque parecido.
   Eso son los símbolos bíblicos: aquellos que encontramos tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo, que son acogidos por la religión cristiana y que su significado se ha propagado por todos sus creyentes. Cabe señalar que hay toda clase de símbolos: los universalmente aceptados y los que no se tiene bien claro su significado ambiguo. El símbolo del arcoíris, que aparece después del diluvio universal, es bastante conocido: la promesa de Dios a Noé de que no volverá a ver otro diluvio de esa envergadura. Pero otros símbolos, más ambiguos, parecen depender de la interpretación subjetiva de quien lo señala: los corderos nombrados en el Apocalipsis, o los siete tronos, del mismo libro. Dado que el lenguaje de la Biblia está plagado de metáforas, hay que saber comprender en qué momento se está hablando en lenguaje figurado y en qué momento no. También es importante señalar la disciplina de la Cábala: “una ciencia especulativa que tiende a investigar el sentido esotérico de las Escrituras y los misterios del universo y del hombre; una doctrina cosmogónica”[3] Podemos indagar que la Cábala es incluso una ciencia que interpreta los tan famosos símbolos bíblicos, pero que añade sus propios significados, su propia cosmovisión, y sus propias respuestas a sus misterios. También hay referencias cabalísticas en el anime “Evangelion”, es por eso que no se le puede dejar de lado.
   Hacer una lista de todos los símbolos bíblicos sería una tarea interminable y hasta ociosa, es por eso que esta investigación sólo abarcará aquellos que son eludidos en la animación “Evangelion”.



¿Qué simbología de la religión cristiana se encuentra en el anime “Neon Genesis Evangelion?

Para ordenar mejor esta información, decidí realizar una tabla:
Adam

El primer hombre, creado en el sexto día; aunque en el Génesis hay cierta contradicción: en el Génesis, 1.27, encontramos: “Creó, pues, Dios al hombre a imagen y semejanza; a imagen de Dios los creó, los creó varón y hembra”[4]. Extrañamente, poco después se contradice, pues versículos más adelante dice: “Formó pues, el señor Dios al hombre del lodo de la tierra, y le inspiró en el rostro un soplo de espíritu de vida. Después de quejarse Adán, de su soledad. Dijo a sí mismo Dios: Hagámosle ayuda y compañía semejante[5]” ¿Por qué, entonces, si Dios ya había creado a varón y hembra, vuelve a repetir que Adán se encontraba solo? Los cabalistas intentaron explicar la contradicción entre los dos párrafos, sugiriendo que Adán (o Adam Kadmon) fue un ser andrógino, que poseía un cuerpo femenino y un cuerpo masculino, unidos por la espalda, que luego Dios dividió. También es señalado como un ente macrocósmico, un Dios; tras la caída, se convirtió en carne y sangre: la humanidad. Según el Cábala, cada ser humano es un fragmento de Dios.
Ángeles (o Apóstoles, ya que los personajes en la versión original del anime, los nombran shiito, que significa “Apóstol”.

Los 17 ángeles que aparecen en el anime, que supuestamente son enviados por Dios para regresar a Adán son: Sachiel, el “escudo de Dios”; Shamshel, el protector del edén; Ramiel, “trueno de Dios”; Gaghiel, la “bestia rugidora de Dios”; Israfel, la trompeta del juicio final; Sandalphon, el ángel de gran altura según Moisés (y que aparece en la Cábala como Espíritu Guardián); Matariel, “lluvía de Dios”; Sahaquiel, “ingenio de Dios”; Iruel, el ángel del miedo; Leliel, el ángel de la noche; Bardiel, “las bendiciones de Dios”; Zeruel, el “brazo de Dios”; Armisael, la “montaña del juicio de Dios”; y Tabris, el ángel del libre albedrío. La mayoría de estos ángeles son nombrados en el Libro de Enoc, uno de los evangelios apócrifos abolidos del canon oficial.
Árbol de la Vida.

Mencionado en el Génesis: “Yavé Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles, agradables a la vista y buenos para comer. El árbol de la vida estaba en el jardín, así como también el árbol del bien y del mal”[6]. Cuando Adán y Eva comen del fruto prohibido, y son expulsados del Edén, Yavé dice: “Ahora el hombre es como uno de nosotros en el conocimiento del bien y del mal. Que no vaya también a echar mano del árbol de la vida, porque al comer de él vivirá por siempre”[7] El árbol de la Vida es también un concepto central en el misticismo judío y en la Cábala: un diagrama con 10 números y 22 letras,  y que “contiene todas las leyes que gobiernan el universo manifiesto”[8]
Árbol de la ciencia del bien y del mal.

También llamado árbol de la sabiduría, de donde es el fruto del cual Eva y Adán comieron, que los despojo de su gracia divina y los hizo conscientes de su desnudez.
Arca de Noé
Embarcación construida por Noé para salvar a su familia y a una pareja de cada especie del diluvio universal, y después repoblar la tierra.
Cámara de Guf.

Según el judaísmo, lugar donde las almas aún no nacidas residen.
Cruz.
Símbolo de la redención, de la muerte de Jesús y su futura resurrección.
Eva.
La primera mujer del génesis, hecha de la costilla de Adán; aunque según ciertas teorías recién elaboradas por cabalísticos, como Adán era un ser andrógino, en realidad fueron extraídos sus correspondientes órganos sexuales femeninos.[9]
Fruto del conocimiento
El fruto que comieron Adán y Eva, que les otorgó conocimiento y sabiduría, o según Paul Kierkegaard, la angustia: “Adán era inocente antes de conocer el bien y el mal; después de morder el fruto, Adán entra en angustia”[10]
Fruto de la Vida.
El fruto del árbol de la vida, que otorga la inmortalidad.
Lanza de Longinus.




“Y un soldado, llamado Longinos, tomando una lanza, le perforó el costado al Jesús crucificado, del cual salió sangre y agua”.[11]
Lilith


“Existió en la mitología babilónica un personaje muy anterior al Génesis bíblico cuyo nombre era Lilitu, tan hermosa como ninfómana. La gente la consideraba la diosa de la lujuria”[12].  Una antigua tradición de origen rabínico sugiere que Lilith fue la primera de mujer de Adán, anterior a Eva. Se cuenta que eran como hermanos siameses; se dice que Lilith optó por alejarse de Adán sólo porque no le agradaba estar debajo de él cada que hacían el amor.
Rollos del Mar Muerto.
Descubiertos en una de las once cuevas de Qumran en 1947, en la costa noroeste del Mar Muerto. Textos en hebreo, con fragmentos del Antiguo testamento. Para cuando se creó el anime, aún no habían sido revelados al público la información que contenían, y por ello levantaron sospechas.

¿Cuáles son las referencias a la literatura que pueden ser halladas en el anime “Evangelion”?
Aparte de los libros del Génesis y el Apocalipsis, podemos encontrar otras, aunque veladas, referencias a la literatura, sobre todo de ciencia ficción. Hideaki Anno, creador de Evangelion, dijo haberse inspirado en el libro de Arthur C. Clarke, “El fin de la infancia”, para trazar el trama de Evangelion”. Su trama narra la llegada de seres alienígenas, superiores a los humanos, que llegan a la tierra con intenciones de ayudar a la humanidad a que trascendiera a su siguiente paso evolutivo, donde pierdan su identidad individual. Esto, en Evangelion, sería nombrado el “Proyecto de Instrumentalización Humana”, una especie de apoteosis colectiva.
   También encontramos ciertos paralelismos en otra novela de Arthur C. Clarke, “2001: Una odisea en el espacio”. La novela fue desarrollada casi a la par junto con su homónima película, dirigida por Stanley Kubrick. La novela narra la historia de una antigua civilización alienígena que quiere impulsar la evolución de la raza humana, evolución simbolizada a través de monolitos. Siglos después, un grupo de astronautas viaja por el universo en dirección al satélite Europa de Júpiter, después de haber encontrado otro monolito en la luna. Después de la expedición, sólo sobrevive uno, quien encuentra un tercer monolito en Europa, que resulta ser una “Puerta de las Estrellas”. Entra, y evoluciona al siguiente paso de la evolución humana. Similar al argumento de Evangelion; el comité de la organización secreta, SEELE, que desea rivalizar con Dios y avanzar al siguiente paso de la evolución humana. También resulta curioso que los miembros de SEELE se manifiesten a través de monolitos:


     
Otra posible alusión a 2001, es la computadora HAL; la computadora que comanda la misión de los astronautas hacia Europa, es capaz de tomar decisiones autónomas y llega incluso a matar a los astronautas si le parecen inútiles. HAL es comparable a la computadora que comanda a la organización Nerv (la organización que maneja los Evangelion): MAGI, que está dividida en tres partes: Melchor, Gaspar, Baltasar (obvia alusión a los tres magos de oriente que visitaron a Jesús en su nacimiento), y que también es capaz de tomar decisiones sin depender de nadie.
   También encontramos posibles referencias con la novela de Michael Crichton, “La amenaza de Andrómeda”, sobre todo si lo asociamos al episodio 13 de Evangelion, “Liliputian Hitcher”. En la novela, un grupo de científicos que estudia un caso de contaminación extraterrestre, se enfrenta contra un organismo alienígena que se manifiesta como una colonia de microorganismos hexagonales operando como si fuesen solo uno. La misma descripción del organismo se puede aplicar a la del ángel Iruel, que aparece en aquel episodio; incluso, ambos son aniquilados de la misma forma: evolucionando, hasta llegar a ser inofensivos, o ser definitivamente destruidos.
   Por último, la palabra “Instrumentalización” (o Instrumentality en inglés) viene del título de una novela de ciencia ficción del autor Cordwainer Smith: “The instrumentality of mankind” (La instrumentalización de la humanidad).[13]



¿Qué conceptos psicológicos son mencionados en el anime  “Evangelion”?
Ambivalencia.
El título del episodio 18; es un término psicoanalítico acuñado por el psicoanalista Pauel Eugen Bleuler, el cual se trata de un estado de simultaneos y conflictivos sentimientos hacia una persona u objeto. Más específicamente,  se refiere a una subrepticia actitud emocional en la que coexisten impulsos contradictorios que derivan de una fuente común,
Destrudo   
Término introducido por el psicoanalista Eduardo Weiss, que se refiere a la energía del impulso destructivo, opuesto a la líbido. La energía que proviene del Thanatos
Depresión
Transtorno del estado de ánimo, que se caracteriza por un sentimiento de abatimiento e infelicidad.
Dilema del erizo
Concepto elaborado por Arthur Schopenhauer, que hace una comparación entre erizos y humanos: los erizos, por temor a lastimarse debido a sus púas, no se acercan demasiado. Una alegoría de las relaciones humanas; después el mismo Freud retomaría el concepto.
Dependencia Infantil
Referencia al estado del niño cuando es completamente dependiente a sus padres, aunque
Estado Oral (o Fase Oral).
Concepto elaborado por Freud, que se designa a la primera etapa en el desarrollo psicosexual del niño; un niño desarrolla placer a través de su boca.
Introyección.
Proceso psicológico que describe la incorporación de características de una persona u objeto, a la psique o inconsciente de uno. Según Freud, el ego y el superego se construyen mediante la introyección de comportamientos externos hacia la psique de la persona en cuestión. [14]
Libido
De acuerdo con Freud, es la energía psíquica que asciende del impulso vital Eros, y es un mecanismo involucrado en la creación de cualquier ser vivo[15]
Principio del placer.
Uno de los dos principios que, según Freud, rigen la conducta del individuo; el ser evita el sufrimiento y busca todo lo que le de placer. [16]
“The Sickness Unto Death”
Título de una obra de Soren Kierkeegard, donde postula que la muerte física no es temida por el ser humano, en cambio la muerte mental sí.
Thanatos.
El impulso de la muerte, también conocido como el “instinto/deseo” de la muerte. Propuesto por Freud en su obra “Más allá del principio del placer”, quien lo describe como un impulso inherente en toda la vida orgánica para regresar a un estado temprano de las cosas. 



¿Qué teorías filosóficas son aludidas en “Evangelion”?
Aparte de la anterior referencia al filósofo Schopenhauer y su concepto del Dilema del erizo, las referencias a la filosofía no son tan evidentes como la anterior, y la mayoría son basadas en análisis posteriores. Los capítulos en los que más insistente se dice están los mensajes filosóficos de Evangelion es en los últimos dos, el 25 y el 26. En ellos, los personajes del anime entablan un dialogo interior en donde se hacen preguntas sobre su vida y sus relaciones con los demás. Es también en estos episodios donde transcurre el Proyecto de Instrumentalización Humana, donde todas las almas de la humanidad se unen en una sola, aboliendo la soledad y la individualidad. El concepto del Proyecto de Instrumentalización Humana ha sido comparado con las ideas sobre Hegel y la unificación: unificación de todos los conflictos y las tensiones entre sociedades, el conocimiento y la consciencia. También ha sido interpretada como una respuesta rebelde ante la noción de que ahora Dios es inútil, y el ser humano es capaz de igualarle; “Dios ha muerto habría dicho Nietzsche, en una de sus más célebres frases.
   Durante la Instrumentalización del anime (ya que hay dos versiones: la del anime y la de la película posterior), el protagonista, Shinji Ikari, entabla un dialogo tanto consigo mismo como con todos las personas que ha conocido en su vida, para preguntarse qué es en sí la realidad y la libertad. Se imagina a sí mismo que la libertad es como la nada; algo parecido a lo que Sartre decía de que el ser humano vive en un estado de “abandono y libertad”[17]. Después, Sartre dice que el ser humano es libre de moldearse de la forma en la que desee, y es una de las conclusiones a las que llega Shinji durante la instrumentalización.
   La instrumentalización representa un fin de la soledad y de los muros que separan a las personas; en suma, del fin del “Dilema del erizo” de Schopenhauer. Todos los personajes se cuestionan su identidad y su voluntad; ambos conceptos que han sido muy abordados en la filosofía y en la psicología. Sobre la identidad Kierkegaard expresa: “Cuanto más original es un hombre tanto más honda es la angustia en él, porque al entrar en la historia de la especie le es necesario apropiarse el supuesto de la pecaminosidad, sobre el cual se construye su vida individual”[18]. Esta declaración de Kierkegaard me parece esencial para comprender las intenciones de Hideaki Anno (creador de Evangelion) al contarnos la historia del anime. Lo primero que nos deja en claro es que los seres humanos viven en soledad. La humanidad se manifiesta en entidades separadas, y esta individualidad es rasgo de nuestro ser.
   También se ha asociado a Evangelion con la filosofía gnóstica, y debido a cierta idea de hombre contra dios con los recursos de la tecnología, a la posmodernidad. Y qué es la posmodernidad? El filósofo Gianni Vatimo la define como una época donde lo importante no son los hechos, sino las interpretaciones[19].  La palabra posmodernidad engloba todo los movimientos culturales y sociales de los últimos años; es una corriente filosófica que supone la relatividad y el cuestionamiento de lo que anteriormente se consideraba verdad. Anteriormente, filósofos como Kant y Hegel declaraban haber alcanzado la verdad absoluta y haber respondido los mecanismos de los diseños de Dios. En la posmodernidad, los postulados de Hegel y Kant, aún valorados, han sido ya refutados, así como los de Marx y Nietzsche (quien se dice es el primer posmodernista, sobre todo por su inmortal frase: “Dios ha muerto” ). La posmodernidad es también la era del desencanto; al contrario del Renacimiento, cuando la humanidad aspiraba a la perfección y a la belleza. Sin verdades absolutas, todo se vuelve relativo; tanto como todo puede ser válido y a la vez falso. La realidad ha sido puesta en duda. En la literatura y la cinematografía, todas estas inquietudes se han plasmado de diversas formas: los cuentos de Isaac Asimov, “Neuromancer” de William Gibson, y “Matrix” de los hermanos Wachowski.
   Sin duda, el anime que más refleja las problemáticas de la posmodernidad es “Neon Genesis Evangelion”. Japón es un país que ejemplifica a la perfección los rasgos de la posmodernidad: capitalismo exacerbado, globalización, industrialización, influencia de la cultura occidental y sentimientos colectivos de culpa (no por nada se dice que la depresión será la epidemia del siglo XXI). Es lógico pensar que todo aquel pensamiento influiría en las expresiones culturales, sobre todo en los animes, que son el producto cultural que más se exporta fuera del país nipón.



Una vez observada y analizada la obra, ¿qué simbolizan los personajes de Evangelion y que paralelismos tiene con los libros del Génesis y del Apocalipsis?
Me parece importante que, antes de contestar esta pregunta, realizar una muy breve sinopsis acerca del anime Evangelion:
   En el año 2000, ocurrió el Segundo Impacto: la versión oficial afirma que fue causa de un meteorito que se estrelló en la Antártida; lo que en verdad pasó fue que científicos estaban manipulando a Adán, el primer ángel, y cuando lo querían regresar a su “forma original”, estalló. Los científicos habían sido mandados por SEELE, una organización secreta, para verificar las profecías de los rollos secretos del mar muerto, que dicen que diecisiete ángeles vendrán a la tierra para regresar con Lilith, la madre de la humanidad. Para ello se crea la organización Nerv, que se encargará de enfrentar a los ángeles con ayuda de los Evangelion, robots gigantes que son prácticamente semidioses y que son piloteados por jóvenes de quince años: Shinji Ikari, Rei Ayanami y Asuka Langley. Lo que ignora la misma organización Nerv es que SEELE tiene como objetivo realizar el Proyecto de Instrumentalización Humana, que busca el último paso de la evolución, que es fundir a toda la humanidad en un ser; volverse Dios
   Una de las teorías que han circulado entre los seguidores de la serie, es  que cada uno de los protagonistas simboliza a un personaje del Génesis: Shinji sería Adam, Asuka sería Lilith (por su cabello rojo quizás, que es con el que casi siempre es representado en ciertas pinturas renacentistas), y Rei sería Eva. A pesar de que estas teorías no han sido refutadas por Anno, el creador del anime, si han sido bastante sustentadas: en “The End of Evangelion”, después de que Shinji y Asuka se quedaran solos, después de que Shinji rechazara la Instrumentalización; el mundo volvió a comenzar de nuevo, y Shinji era el nuevo Adán, y Asuka, la nueva Lilith. No obstante, el canon oficial de Evangelion desmiente esta teoría.
   También es bastante curiosa la versión de Evangelion del génesis; no es Eva la madre de la humanidad, sino Lilith. Otra diferencia radica en un problema de traducción; en la versión original, a los ángeles se les denomina “Apóstoles” (shito); el mismo Hideaki Anno estableció que para su traducción, la palabra sería ´ángel”. Claro está que la acepción que todos tenemos de un ángel (un ser celestial, casi siempre representado con alas) no es para nada la misma en Evangelion, que pasan a ser desde seres gigantes o microscópicos, supuestamente formas de vida descartadas, anteriores a la humanidad. El canon oficial que responde varios de los misterios del anime (siendo éste muy críptico y ambiguo) es que los ángeles en Evangelion no son “servidores de Dios”, sino hijos de Adán. Quizás se debe aclarar que la religión judeocristiana no es muy popular en Japón, y por ello fueron más libres en utilizar sus elementos a su antojo.
   La relación entre “Evangelion” y la Biblia es elemental: se reduce a los libros del Génesis y del Apocalipsis. Del Génesis, sólo toma elementos del mito de la creación, de Adán y Eva, y del árbol de la ciencia del bien y del mal. De éste último, cobra gran importancia en el anime; en Evangelion, los humanos poseen el fruto del árbol del conocimiento, mientras que los ángeles son los que poseen el fruto del árbol de la vida. Esa mordida al fruto al árbol de la ciencia es quizás lo más importante que se puede extraer del Génesis y su relación con el anime “Evangelion”. Del Apocalipsis, una frase que puede relacionarse con el anime es: “Y una grande señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, y la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas”. En el anime, esta frase remite al Tercer Impacto, cuando la enorme Lilith se alza sobre la Tierra, mientras sostiene entre sus manos la luna negra (o cámara de Guf) donde van entrando las almas recién despojadas de sus cuerpos.
   En el canon oficial que responde las preguntas sobre el anime Evangelion, nos explica que el alma de Lilith reside en el cuerpo vacío de Rei Ayanami, y que el alma de Adam reside en el cuerpo de Kaworu Nagisa, el decimoséptimo ángel. Ambos serían simples envases de almas que han sido despojadas de sus cuerpos. El cuerpo de Lilith se encuentra debajo de las instalaciones de Nerv, y el de Adam, fue regresado a un estado embrionario, y el Comandante en Jefe de la organización Nerv, Gendo Ikari, se lo implantó en una mano en búsqueda de volverse un nuevo Dios y volver a ver a la mujer que más amó en vida.
    Se ha dicho también que Kaworu puede compararse a Jesucristo. Kaworu es el primero y único ser que le ha dicho a Shinji que lo ama; éste por primera vez se siente comprendido y querido. En cuanto a Jesucristo, en las enseñanzas que predica en el Nuevo Testamento, fue muy claro al decir: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
  


¿Tienen alguna trascendencia y relación sobre el anime, la mención de todas las referencias culturales anteriormente investigadas?
Los personajes –específicamente, los protagonistas- de Evangelion están fuertemente construidos en base a preceptos psicológicos, lo cual es quizás lo que distingue a Evangelion de otros animes.
   Empecemos con el protagonista, Shinji Ikari. Un chico de 14 años que no se sabe relacionar con las personas, tímido y dócil; sólo hace las cosas porque los demás se lo ordenan. Cuando falleció su mamá, su papá lo dejó con los tíos de ella, lo cual él interpretó como un abandono; la fracturada relación con su padre y su “ambivalencia” de sentimientos hacia él (por un lado, lo desprecia, pero por otro, busca su cariño y aprobación) forman un probable complejo de Edipo; el odio hacia su padre y el cariño que siente hacia su madre (que, sin saberlo, ella aún se relaciona con él, pues habita en la Unidad Evangelion 01, al igual que Rei Ayanami es su clon físico).
   Rei Ayanami, otra protagonista, es un caso especial. Una chica creada artificialmente: el clon físico de la mamá de Shinji, Yui Ikari, y donde habita el alma de Lilith. Ella es consciente de que si muere, será reemplazada; esto hace que no valore tanto su propia vida. A la par, es una persona apática, que parece incapaz de avergonzarse si alguien la ve desnuda (como pasó en cierto episodio cuando la ve Shinji), y que presenta una conducta fría y alejada, como si estuviera incapacitada relacionarse con los demás.
  Por último tenemos a Asuka Langley, una chica con sentimientos de superioridad, de personalidad narcisista que siempre busca el reconocimiento y éxito a toda costa; cuando no lo obtiene, se siente fracasada. Observar el suicidio de su madre, y la falta de figura paterna; todo ello hace que  sea analizada como un probable cuadro de complejo de Electra. 
   Varios análisis psicológicos de los protagonistas mencionados han sido realizados; quizá los más conocidos son en los que a cada uno le es asociado una de las divisiones de la psique humana; Asuka sería el Ello (parte de la autogratificación y búsqueda de satisfacer necesidades como el hambre y demás impulsos instintivos), Rei sería el Súper Ego (la parte que delimita nuestra consciencia, que es represora y se comporta de manera moral y socialmente normal) y Shinji sería el Ego (la parte mediadora entre el Ello y el Súper Ego; una balanza entre los deseos instintivos y la conducta moral; Freud también lo retrataría como una función de los humanos para la identidad, los mecanismos de defensa y la síntesis de información)[20]
   Los términos de Libido, Eros, Thanatos y Destrudo anteriormente referenciados en una pregunta anterior, determinan mucho de los momentos de crisis de los personajes de Evangelion; cuando Lilith/Rei pone en manos de Shinji la decisión de realizar o no la Instrumentalización (la consumación de las almas humanas en una sola) en un principio parece estar de acuerdo en que todos simplemente mueran, en que se consuma el fin de la humanidad; una simbolización del sentimiento de Destrudo. Tanto el Libido como el Destrudo aparecen en un aparente indicador sobre la sincronización del piloto con su Unidad Evangelion:


La Instrumentalización parecería indicar una referencia más a la idea de Jung sobre el Inconsciente Colectivo: la idea de la existencia de contenidos simbólicos anteriores a la humanidad.
   En reminiscencia con el mito del pecado original, el filósofo Kierkegaard explica en “El concepto de la angustia” sus ideas sobre la inocencia y de la angustia, y las relaciona con Adán y su caída. Para Kierkegaard, la inocencia es ignorancia; Adán (la humanidad en sí) era inocente antes de conocer el bien y el mal. Después de morder el fruto, Adán entra en la angustia: la angustia de tener espíritu, la “realidad de la libertad como posibilidad antes de la posibilidad”[21] La angustia es propiedad inherente del espíritu pensante, el espíritu que ensueña. Incluso desde antes de morder el fruto, Adán ya se sentía angustiado por la prohibición de Dios de morder el fruto. La prohibición despierta la posibilidad de la libertad en él. La inocencia es la nada de la angustia; cuando a Adán le prohíben el fruto, entra en él la primera angustia: la posibilidad angustiosa de “poder”.
   En Evangelion, podemos compararlo con la confrontación entre la humanidad y Dios; la humanidad tiene como principal arma y defensa el fruto del árbol del conocimiento; siempre ha sido su mayor fortaleza. Con la ciencia, los humanos crearon los “Evangelion”, clones de Adam, semidioses. En cuanto a la angustia, podemos simbolizarlo de nuevo retornando a la anterior referencia del filósofo Schopenhauer: el “Dilema del erizo”, la angustia de relacionarse con otros. Una de las frases más famosas de Sartre (a quien siempre es asociado cuando se trata de hacer un análisis de las disertaciones filosóficas de Evangelion, sobre todo de los últimos dos capítulos, que son enteramente diálogos y análisis psicológicos de todos los personajes) es “El infierno es el Otro”. Todos los personajes de Evangelion se ven fuertemente influenciados por el “dilema del erizo”, y es quizás la más importante referencia a la psicología que tiene el anime y que influye más sobre su argumento.


En suma, ¿los símbolos bíblicos y las referencias culturales refuerzan el mensaje global del anime “Evangelion”?
Esta es una pregunta un tanto subjetiva, ya que el mensaje global del anime “Evangelion” depende del espectador en cuestión. Pero analicemos un poco el final del anime, “The End of Evangelion”, para llegar al supuesto mensaje global.
   En plena Instrumentalización, una vez que la humanidad se ha fundido en un solo ser (que es Lilith, la madre de la humanidad), Shinji ha tomado en sus manos la decisión de que si es esto lo que él realmente quería: un mundo donde no hay barreras que no separen, donde “no sabes dónde empieza uno y donde acaba el otro” y no exista la soledad. Sin embargo, Shinji tampoco acepta esta nueva forma de vida, y cree que esa supuesta evolución en realidad es una involución: rechaza la Instrumentalización, sabiendo que volverán a haber barreras entre los humanos, y podrán lastimarse otra vez. Shinji cree en la esperanza de que los humanos se comprendan.
   Cuando Shinji y Asuka regresan a sus formas físicas originales (como los nuevos Adam y Lilith), ocurre una extraña escena: Shinji se coloca encima de ella, comienza a estrangularla, se pone a llorar… Asuka acaricia su mejilla y dice: “Qué asco”. Ahí termina Evangelion.
   ¿Cuál es el mensaje global? Primero, los tan referenciados símbolos bíblicos y las referencias a la psicología y a la filosofía evidentemente refuerzan el mensaje del anime, que aparentemente es la esperanza de que los seres humanos logren comprenderse entre sí, más allá de sus defectos. Más que la esperanza, quizás la palabra que más se acerque es “aceptación”.
   El mito de la creación incluido en el libro del Génesis y retomado en Evangelion es la columna vertebral del argumento del anime. Claro está que Evangelion no basa del todo su mitología en el Génesis; agrega a Lilith, que sólo aparece en ciertos textos mesopotámicos y aludida por cabalísticos. Sin embargo, el mito de la creación y de la caída de Adán al morder el fruto del árbol de la ciencia son esenciales, y de ahí parte el sentido y mensaje del anime en su totalidad: el enfrentamiento entre el hombre y Dios, una vez que éste último ha sido relegado a un segundo plano.
   También podría decirse que Evangelion tiene su propia versión del Juicio Final: la Instrumentalización, aunque en esta versión, nadie es juzgado por sus supuestos pecados; todos, sin distinción, regresan a Dios, que en este caso sería Lilith.
   Sobre las referencias culturales (a la filosofía, a la psicología y a la literatura), depende del punto de vista, pero me parecen tan imprescindibles como las referencias a los libros del Génesis y del Apocalipsis, ya que ayudan bastante a reforzar el mensaje de la “incomprensión de los seres humanos” y del Dilema del erizo; éste último es quizás el leitmotiv del anime. La corta respuesta a la pregunta sobre si Evangelion “necesita” esos símbolos de la Biblia y esas referencias a teorías psicológicas es un llano sí.



[1] http://www.buzoncatolico.es/formacion/bibliaestudiobiblico/simbolosbiblicos.html
[2] Paul Diel, Los símbolos de la Biblia, Editorial Fondo de Cultura Económica, pp. 15
[3] Manuel Núñez Nava, Cábala, Editorial Tercer Milenio, pp. 3
[4] Anónimo, La Biblia, Editorial Latinoamericana, pp. 2
[5] Ibid, pp. 3
[6] Anónimo, La Biblia, Editorial Latinoamericana, pp. 2
[7] Ibid, pp. 4.
[8] Shimon Halevi, EL universo de la Kabbalah,  Edit. Pax México, pp. 15.
[9] Tomás Doreste, Radiografía de la Biblia: ¿Realidad histórica o tradición oral?, Edit. Oceáno, pp. 60
[10] Soren Kierkegaard, El concepto de la angustia, Editorial Porrúa, pp. 43
[11] Anónimo, Evangelios apócrifos, Cap. X, Jesús en el Gólgota, Edit. Cien del mundo, pp. 269
[12] Tomás Doreste, Radiografía de la Biblia: ¿Realidad histórica o tradición oral?, Edit. Oceáno, pp. 61
[13]http://wiki.evageeks.org/Tributes_to_Other_Fiction_in_Neon_Genesis_Evangelion#2001:_A_Space_Odyssey
[14] Sigmund Freud, Introducción al Psicoanálisis, Editorial Porrúa, pp. 138

[15] Sigmund Freud, Más allá del principio del placer, Editorial FCE, pp,. 62
[16] Ibid, pp. 96.
[17] Jean Paul Sartre, El ser y la nada, Editorial Porrúa, pp. 120
[18] Soren Kierkegaard, El concepto de la angustia, Editorial Porrúa, pp. 53
[19] Gianni Vatimo, En torno a la posmodernidad, Editorial Anthropos, pp. 46.
[20] http://www.nervarchives.com/analysis.freud.php
[21] Soren Kierkegaard, El concepto de la angustia, pp. 43