“Ay sí, el gay va a hablar de cine gay”. Pues, ¿qué quieren
qué haga? Hace poco fui a la Cineteca Nacional y me chuté, por mera curiosidad,
una película llamada “Tom en el granero” (títulos desafortunados y éste). Y
entonces, ¿qué creen? Pues me puse a pensar en todas las películas gays que he
visto en mi vida… Y me di cuenta que no han sido muchas. ¿Por qué? No sé.
Quizás sea porque la historia del “chico gay discriminado que desea superarse” me
da mucha hueva. Por lo mismo no he visto la película “Plegarias para Bobby”.
However,
la etiqueta de “cine gay” creo es muy vaga; mejor llamémosles “películas con
temática LGBT”, para ser políticamente correctos. De todas maneras, creo que la
etiqueta es ya en sí discriminatoria: ¿por qué no existe también las “películas
de temática heterosexual”? Una buena
historia es buena más allá de sus géneros… Pero está bien; aquí está mí listado
sobre películas que he visto, cuyo principal eje sea la homosexualidad:
TOM EN EL GRANERO
Tom, un joven publicitario moderno y urbano,
acude al funeral de su amante tras fallecer éste en un accidente de tráfico.
Será en una aislada granja lechera donde se encuentre por primera vez con la
madre de su amado fallecido. Ella no tiene idea de quién es ni menos aún, del
amor que compartió junto a su hijo. Tom descubrirá la distinta realidad vivida
por alguien que se ha ido: la de un hombre enamorado de una mujer llamada Sarah.
La
película que me motivó a escribir esta entrada es una rareza. Rareza porque
nunca supe bien a dónde se dirigía o qué quería decir; entre tanta música de
película de suspenso y una que otra escena que parece salida de “El conjuro”,
nunca supe en qué enfocarme bien: si en el duelo de Tom, si en la soledad de la
mama de su amante, si en la locura que raya en tensión sexual del hermano del
mismo. Parece que la misma película no sabe concentrarse en una sola cosa ni en
un solo tono.
¿Eso
es algo malo? A veces, pero en este caso creo que no. Al fin y al cabo me
decidí que lo que estaba viendo era una especie de “thriller”, porque me tenía enganchado
en la trama. Al principio uno cree que el hermano del fallecido es la única
persona demente en la historia pero después te das cuenta que no. Porque su
mamá también vive en su propia fantasía, y Tom pronto llega a experimentar el síndrome de Estocolmo. Cada
uno de los personajes quiere vivir en su propia burbuja, tratando de ignorar la
realidad en la que están inmersos: la muerte del susodicho amante fue sólo el
catalizador para que abrieran los ojos, pero todavía así no quieren abrirlos.
Disfruté
la película pero creo que la historia se quedó a medias. Cuando llegó el final
y las luces de la sala se encendieron, pensé: “¿Es todo?”. Me quedé esperando
una escena clímax donde todos se rasguen las vestiduras: quizás estoy mal acostumbrado
a las películas de Lars von Trier, pero realmente esperé un final trágico, un
cataclismo, o al menos una revelación inesperada. Pero nunca llegó. La película
no es mala, pero creo que se quedó en el borrador de lo que pudo haber sido una
gran película. La recomiendo, aunque con ciertas reservas.
Escena favorita: Cierto baile de tango… Aunque ahora que lo pienso, es una escena bastante artificiosa e inverosímil.
HOJE EU QUERO VOLTAR SOZINHO
Leonardo es un adolescente ciego en búsqueda de su
independencia. Su vida cotidiana, la relación con su mejor amiga, Giovana, y la
forma en que ve el mundo cambia por completo con la llegada de Gabriel.
Si no ha visto el cortometraje en
el cual está basada esta película, usted ha fallado como homosexual. Y como
amante del arte. Es más; discretamente pondré el link de YouTube aquí abajo
para que usted se dé sus quince minutos felices del día. Créame, me agradecerá.
Sólo no le diga a nadie que hasta ahorita usted había visto el corto. Sí,
discretamente…
Ya puede agradecerme. Si de
todas maneras usted se saltó olímpicamente el video anterior, no se preocupe.
Hay personas amargadas que pueden encontrar, a su horrible manera, la paz
mental.
Lucho: Por favor, seamos serios.
Está bien.
El cortometraje Eu Não Quero Voltar Sozinho
es una belleza. Así de
simple. Podrá ser una historia de amor como cualquier otra, pero está hecha de
tal manera que, aunque usa todos los lugares comunes de las historias de amor, ni
siquiera te das cuenta. Porque estás embelesado con la historia misma, con los
personajes. Perversamente deseas un novio ciego. Sin embargo, el
largometraje Hoje eu quero voltar sozinho
no surte el mismo efecto.
Cuando me enteré que había un
largometraje sobre ese mismo corto, pensé: “¡Perfecto! Ahora vamos a ver las
tribulaciones de Leonardo y Gabriel como pareja”. Pero no. El largometraje
básicamente toma la misma historia del corto y la alarga de más; y de paso le
quita toda la ternura condensada que tenía el corto. De todas maneras, no me
atrevo a decir que es una mala película, porque en realidad es una bonita película
sobre el crecimiento personal de un joven. Pero es sólo eso: una bonita historia. Y el cortometraje, como ya dije, es una belleza, por lo simple pero profundo que
es. Siento que el cortometraje cuenta la misma historia y la cuenta mejor.
Escena
favorita: Cierto beso en la recámara… Además, todas las escenas en las que Leonardo no recuerda que Gabriel es ciego, y le dice cosas como, "¿Quieres ir al cine?". Me dan mucha risa y ternura a la vez...
LA MALA EDUCACIÓN
A principios de los años 60, Ignacio y Enrique, conocen el
amor, el cine y el miedo en un colegio religioso. El Padre Manolo (Giménez
Cacho), director del centro y profesor de literatura, es testigo y parte de
esos descubrimientos. Los tres vuelven a verse a principios de los 80, y ese
reencuentro marcará sus vidas. Ignacio, que ahora se llama Ángel (García
Bernal), es un travestido que aspira a ser actor. Por su parte, Enrique (Fele
Martínez) se ha convertido en un reputado director de cine. Juntos recordarán
los oscuros años vividos en la escuela.
¿Qué les digo? Una de mis
películas favoritas, y mi película favorita de Almodóvar. Sin duda es de esas
películas que se debe ver dos veces: la primera para no entender nada y aún así
verla con la boca abierta. La segunda, para entenderle un poquito más, y salir
enamorado de su soundtrack, de sus personajes, y de lo enrevesado que resulta
ser su historia.
Siento que con esta película,
Almodóvar se está haciendo un homenaje a sí mismo. Aquí explota todos sus
lugares comunes hasta el paroxismo: un apasionado (pero patético) amor entre
hombres, el cine, la religión, la travesti decadente, el sexo como un acto
criminal, la venganza y la vergüenza. Él mismo dijo que modificó la historia
tantas veces como le fuera posible para que no quede “ni un solo rastro
autobiográfico”. Pero no es muy dificil de rastrear las semejanzas que tiene el
argumento con su vida. Todos han sufrido un primer amor, y Almodóvar no es la
excepción. Seguramente alguna vez tuvo (o tiene) un muso. Seguramente, como a
todos, alguna vez le rompieron el corazón.
Algún día haré un post sobre el
cine almodovariano. Pero no será este día. De todas maneras, pienso que “cine
almodovariano” es un eufemismo para cine gay. No sé cómo le hace, pero este
hombre siempre se las arregla para contar una historia superjota
homosexual, a pesar de que no tenga ni un solo personaje gay. Si no me creen,
vean Volver o Mujeres al borde de un ataque de nervios. Y ya que éstamos en esas…
Escena
favorita: Los últimos quince minutos de esta película me excitan. Ah, y ésta:
LA LEY DEL DESEO
Pablo (Eusebio Poncela) y Tina (Carmen Maura) son dos
hermanos marcados para siempre por un secreto de Tina. Pablo, que malvive
enamorado de Juan (Miguel Molina), conoce a Antonio (Antonio Banderas), pero entonces
su vida se complicará aún más
Tiene todos los elementos que
hacen grande a “La mala educación”: el crimen pasional, las actuaciones, los
personajes inolvidables y la tensión sexual. ¿Y luego? Pues nada, que creo que
Almodóvar en los 80s no es mi hit, y eso que yo amo Mujeres al borde…, pero siento que, en esta parte de su
filmografía, Almodóvar es demasiado melodrámatico y provocador sólo por serlo.
La escena inicial de La ley del deseo
es una invitación abierta a los espectadores a que se incomoden. Almódovar
nunca ha sido un cineasta cuyas películas puedas ver con tus padres; pero al
menos, a diferencia de La mala educación,
cuyas escenas sexuales siempre están encaminadas para entender mejor a los
personajes, aquí creo que sólo están para estar. No sé si me explico… De todas
maneras creo que lo que en realidad le falta a esta película es gancho.
No consigue atraparme, la historia de suspenso y tensión no me parece tal, y en
sí, al menos para mí, la película es un borrador que después sería
mejorado con La mala educación.
Escena
favorita: Creo que lo mejor de esta película es la pequeña Manuela Velasco (que
después iría a protagonizar la excelente [REC]), personaje que, con su sola
presencia, humaniza a todos los demás personajes de la cinta.
EL CIELO DIVIDIDO
Gerardo y Jonás se reencuentran porque se han buscado; en una
primera mirada se descubren cómplices añejos. De ahí una cita, otra, el hotel,
la universidad, las discotecas, la intimidad, los besos, la piel, el
reencuentro, la fusión, la cama, la regadera... la sensación de permanecer
contra la distancia, contra el tiempo, los va fusionando nuevamente, como en un
rito perenne obligado a repetirse, para mantener la continuidad de los
acontecimientos vitales. Su historia de amor se interrumpe con la aparición de
Bruno, quien se convierte en el nuevo objeto del deseo de Jonás.
Me
quedé dormido viendo esta película. Lo digo en serio. Eso sólo se lo perdono a Fellini,
y Julián Hernández no es ningun Fellini. (Lucho:
¡Uy, no vino el mamón pero vino Luis!). Debo admitirlo: no soy muy bueno
viendo cine mexicano. De verdad que no. Pero creo la culpa en parte está en
películas como ésta.
Hay
videoclips que cuentan, en cinco minutos, mejores historias que ésta. Es una
película sencilla, casi sin diálogos, abstracta, minimalista y objetiva. Peero…
Tal vez no entendí la película; tal vez debí sumergirme en esta historia de
amor de la misma manera en que uno se sumerge en la experiencia de un buen
viaje: dejándose llevar… Pero aún así, creo que ni los personajes ni la música me transportaron
a ninguna parte. No me identifiqué con ninguna parte de la película, lo cual es
rarísimo, dado que he vivido, casi a copy-paste, muchas de las escenas de la
película. Y ahora que lo pienso… ¿No les
parece que, de alguna manera, El cielo
dividido refuerza varios estereotipos de la juventud mexicana gay? Gerardo
y Jonás se la pasan en cama, cogiendo, yendo a antros y después se son
infieles, y luego se reencuentran, luego se vuelven a separar… La historia
podría ser buena si los personajes fuesen interesantes o mínimo me cayeran
bien. Pero ni eso. El hecho de que ninguno de los dos hable me desespera. Es
como si fuesen dos chicos gays sin personalidad… Y ahora que lo pienso, es exactamente
eso. Además; ¿a que El cielo dividido,
aunque trate desesperadamente ser un retrato veraz de una relación gay, cae
horriblemente en todos los lugares comunes del cine de temática LGBT?
Alguien
podría replicarme que el hecho de que no haya diálogos, refuerza el hecho de
que Gerardo y Jonás podría ser cualquier pareja gay, o inclusive, uno mismo,
como si en realidad la película fuese un reflejo de nuestra vida amorosa. Pero lo
siento, yo no sentí ese efecto. En general, a esta peli le falta carisma. Es
eso. Es aburrida; podrá ser bella, profunda y decir muchas cosas para mucha
gente. Pero a mí no me dice nada.
Escena
favorita: No tengo ni una. Toda la película es una sola escena larga e
insufrible.
HAPPY TOGETHER
Compare esta imagen con la anterior. ¿No se fusiló Hernández esta película? |
Lai Yiu-Kai y Ho Po-Wing viven una apasionada relación.
Viajan desde Hong Kong a Argentina, pero la llegada al nuevo país parece
transformar las cosas y Ho, de repente, abandona a Lai. Éste comienza a
trabajar como portero de un bar, con el único afán de reunir el dinero
suficiente para volver a su país. Un día Ho reaparece, pero las cosas ya no son
iguales.
¿Cómo le hace Wong Kar Wai para
tomar una historia que, en manos de cualquier otro sería aburrida, pero en él
resulta apasionante y poética? No lo sé, supongo que algunos nacen con ese
resplandor. Happy Together es todo lo
que El cielo dividido quiso ser, pero
no pudo.
Porque si me pongo a describir
sucintamente Happy Together, casi tendría
que usar todos los adjetivos que usé para describir la anterior: una película sencilla, abstracta, minimalista y
objetiva… ¿Pero qué cambia? Aparte de que aquí si hay diálogos, también hay
intimidad. Aunque la película tiene siempre una coloración extraña que nos
recuerda todo el tiempo que estamos viendo una ficción, Wong Kar Wai logra
crear ese realismo necesario para de verdad creer que esos dos personajes se
aman, a pesar de que todo el tiempo tienen problemas y discusiones. Con esta
película siento ese placer voyeurista de mirar a una pareja en sus mejores y en
sus peores días.
Un
amigo alguna vez me dijo que Wong Kar Wai es el “poeta del cine”. Estoy de
acuerdo. Para otros, esta y otras pelis de su filmografía podrán ser aburridas,
lentas y sin gancho; todo lo que yo critico en El cielo dividido. Pero a diferencia de esta última, en Happy Together, todo está en su debido
lugar para crear una atmósfera embelesadora y poética: la música (ese tango de
Piazolla que se repite durante toda la película), los encuadres medio raros que
a veces tiene, y la cámara que a veces le da por pasear por Buenos Aires para
enfatizarnos todo el tiempo que aquellos dos son extranjeros; pero no sólo son
extranjeros literalmente, sino también son extranjeros para sí mismos. Además,
¿a que se siente muy bien escuchar “Cucurrucucú Paloma”, en la voz de Caetano
Veloso, mientras pensamos en el amor de aquellos dos extranjeros? De alguna
manera, la música latinoamericana en esta película nos refuerza la
universalidad de la historia de amor que viven los dos.
Escena favorita: Todas donde suene el tango de Piazolla
LA VIDA DE ADELE (Blue
Is the Warmest Color)
Adèle (Adèle Exarchopoulos) tiene quince años y sabe que lo
normal es salir con chicos, pero tiene dudas sobre su sexualidad. Una noche
conoce y se enamora inesperadamente de Emma (Léa Seydoux), una joven con el
pelo azul. La atracción que despierta en ella una mujer que le muestra el
camino del deseo y la madurez, hará que Adèle tenga que sufrir los juicios y
prejuicios de familiares y amigos. Adaptación de la novela gráfica
"Blue", de Julie Maroh
Debería
ser broma que con esta película me identifiqué más que con El cielo dividido (se nota que odio esa peli, ¿verdad?). Pero,
¿puede haber algún ser humano en el mundo, sea pansexual, transexual,
heterosexual, bisexual u homoflexible, que no se identifique con esta historia?
Ya sé que para muchos es larga, tediosa y sin sentido. Pero para mí, es un
invitación al mundo de una chica de quince años que no sabe qué pedo con su
vida. Así de simple. La vemos enamorarse, la vemos crecer… Y cuando la vemos
crecer, nos damos cuenta, en la mera escena final, que todo lo sufrido ha
valido la pena, que todo beso fue saboreado, que toda sonrisa y toda lágrima ha
sido vengada.
Además,
¿a que las actuaciones casi son tan reales que, como en Happy Together, de nuevo se siente ese placer voyeurista? De hecho,
creo que aquí se acentua más: la fotografía llega al hiperrealismo. Los
close-ups son continuos: vemos el rostro de Adele sin ningún maquillaje, al
igual que el de Emma. Además, adentrémonos al simbolismo tantito… ¿Qué representa
el Azul? El cielo azul, el mar azul… ¿No representa el infinito? Cuando Adele
está flotando en un mar azul, ¿no estará ella flotando en un infinito del cual
no puede escapar, y sin embargo, es ahí donde se siente más cómoda?
Escena favorita: Cuando Adele y Emma están platicando
en el parque… Y también cuando SPOILER! ………………………. se reencuentran en el
restaurante.
WILDE
El gay vistiendo de rosa. A huevo... |
El escritor irlandés Oscar Wilde fue un genio, un hombre que
tuvo la osadía de enfrentarse a los tabúes, a la hipocresía y a la estupidez de
la sociedad británica y, precisamente por ello, acabó siendo procesado y
encarcelado. La suya fue una vida llena de escándalos y de éxitos en una época
en la que ser diferente se consideraba un delito.
Hay una película que odio más que
a El cielo dividido. Y es esta. ¿Por
dónde empiezo?
Debo aclarar que generalmente me
gustan las películas biográficas. Me encanta La vida en rosa, Amadeus (aunque ésta es más ficción que nada), Selena (obviamente) y… bueno, de seguro he visto varias películas
biográficas que me han gustado. Pero ésta… para empezar, no me creo que Stephen
Fry sea Oscar Wilde. Para muchos es la encarnación misma de Wilde, pero yo
tengo una imagen de Wilde muy diferente de él, y no es Fry. Pero bueno, Jude
Law como Bosie sí que está a la perfección…
Pero de todas maneras, creo que
retratan a Wilde de una manera muy maquillada y alejada de la realidad.
Redujeron la apasionante historia de uno de los hombres que más admiro, en una
historia de fortaleza y superación personal. ¡Vaya, que la historia daba para
una tragedia del tamaño de cualquier tragedia griega! ¿Qué no les sirvió nada
el mismo hecho de que Wilde se sentía más identificado con la cultura de la
Grecia Antigua, que con la cultura victoriana? Tomaron su historia y la
hicieron light: no enfatizaron sus
vicios lo suficiente como para realmente entrever que Wilde era una persona
contradictoria a más no poder, y tampoco alumbraron sus virtudes para que uno
se dé cuenta del genio que era.
Pero lo más insultante es el
final. No me importa spoileárselos porque de verdad no quiero que vean esta
película: Wilde se reencuentra con Bosie, se abrazan, y… rolan los créditos.
¿Qué? ¿Ninguno en la película se documentó? ¿Ninguno sabía que después de que
Wilde saliera de la cárcel, él y Bosie finalmente vivieron juntos, sólo para que
después se destruyan mutuamente una vez más? ¿Nunca se enteraron de que Wilde
de nuevo cayó en el alcohol y la prostitución, sólo que ahora en las calles de
Francia? ¿No se dieron cuenta que Bosie fue el asesino indirecto de Wilde, ya
que terminó por envenenar su alma y hacer que el genio decidiera no volver a
escrbir más?
Ahora que lo pienso, no me gustan las películas biográficas. Patch Adams es insultante. Y no me hagan
hablar de las pelis que les hicieron a Michael Jackson y a JK Rowling porque
ahí sí me cago…
Y
bueno, aquí acaba mi post, que creo se me pasó un poco la mano… No abarcé todas
las películas LGBT que he visto, pero sí hablé de las que más me han impactado,
ya sea para bien o para mal. Ya después haré la segunda parte de este post… Por
ahora, creo que ya he dado una idea de lo que pienso de este cine: una
historia, independiente de sus temas o géneros, puede ser buena o mala… Ahora,
no sé ustedes, pero aún tengo ganas de seguir escuchando a Piazzolla...