domingo, 15 de febrero de 2015

México (des)conocido

Los astros han sido favorables conmigo y me han permitido vivir, en distintas épocas, en probablemente las dos ciudades más turísticas de México: Cancún y Ciudad de México. No existen dos ciudades más distintas entre sí: una fue concebida en un proyecto empresarial y la otra carga la mayoria de los eventos históricos más importantes del país. Ambas han sido escenario de muchos recuerdos míos, pero, objetivamente, ¿cómo es vivir en ambas ciudades? ¿Es Cancún el paraíso prometido? ¿La Ciudad de México es realmente un infierno? 

            Unos cuantos datos biográficos: nací en el Estado de México en 1991. Al año siguiente o algo así, mi familia se mudó a Cancún, donde vivimos hasta el 2004; ese año  nos mudamos a la Ciudad de México, donde estudié la secundaria; el 2008 regresamos a Cancún, y en el 2012 yo regresé solitariamente a la Ciudad de México para estudiar la universidad. Como ven, mi vida es un ir y venir entre ambas ciudades, y a ambas las considero como mi casa; por eso mismo considero que puedo hablar de ambas ciudades porque las conozco bien; quizás conozco más a Cancún porque he vivido más tiempo en ella, pero aún así. Hace poco unos amigos provenientes del Perú visitaron la Ciudad de México y los hospedé en la casa donde vivo con mi abuelita; ir con ellos a varias partes de la ciudad fue como redescubrirlo todo y, de paso, ver con nuevos ojos los lugares que he visitado toda la vida. 

CIUDAD DE MÉXICO



Alguna vez tuve el placer de hablar con un chico ruso que me dijo que en Moscú no hay los rascacielos que existen aquí. Lo mismo me dijeron los peruanos. Yo volteé a mi alrededor y me pregunté: ¿Rascacielos? ¿Dónde? Fue hasta que visité por tercera vez el Castillo de Chapultepec que pude tener una vista que le hacía justicia a Paseo de la Reforma y de paso entender porqué comparaban a esta ciudad con Nueva York. 
         ¿Pero qué significa vivir aquí? Un amigo cancunense que visitó la ciudad me dijo que me notaba cambiado. "Esta ciudad te amachina". Lo que a él le asustaba; el tráfico y los automovilistas irrespetuosos, los borrachos dormidos en la calle, las mentadas de madre, los vendedores ambulantes y la fauna entera de personas que caminan en las aceras hace de caminar en la ciudad de México una experiencia semejante a la de un safari, sólo que sin coche o alguna otra protección que te ampare de los animales. A mí me parecía de lo más normal lo que a él le parecía llamativo. 
          Vivir aquí es menos peligroso de lo que la gente piensa. Mi amigo peruano me dijo que se sentía más seguro aquí que en Lima. La Ciudad de México no es una Ciudad Juárez o un Acapulco; mentiría si dijera que no hay inseguridad, pero hasta en la villa más alegre de Holanda hay asaltos. Parece que los jefes de gobierno anteriores realmente se interesaron aunque sea un poquito en invertir sabiamente en lo que más necesitaba la ciudad; el actual jefe, Mancera, se ha dedicado a arruinar los pequeños avances que la ciudad tenía, pero bueno, no todo es perfecto en México.  
         Ya podemos ir derribando algunos estereotipos: 

  1. Caminar a las 3:30 am en el centro histórico es una experiencia inolvidable y más segura de lo que cualquiera podría imaginarse. En otras palabras: salir a la calle no es un asalto seguro. 
  2. "Amores perros" ha hecho más daño que bien: la ciudad no se ve así de oscura y caótica.
  3. Es una ciudad aún más gay-friendly que la gran mayoría de las ciudades europeas (cof cof, Moscú, cof cof). 
  4. Hay menos basura en las calles que en Cancún, aunque no me crean.
  5. El cielo no está cubierto de smog; abundan los días soleados y puedes respirar hondo con la tranquilidad de que no tendrás cáncer de pulmón; también puedes tener hijos sin que tengan plomo en el cerebro, como aquel mito urbano te hizo creer. 

Gracias por nada, Iñárritu. 


         No se crean, muchos estereotipos sí son ciertos: 

  1. ¿Querías llegar temprano a una cita? Olvídalo: la puntualidad aquí es más rara que una moneda de cuatro pesos. Toda la gente llega de 10 a 20 minutos tarde, si les va bien: el puto tráfico tiene la culpa. Y ya ni en el metro puedes confiar...
  2. Los microbuseros sí van escuchando música grupera, de cumbia, o reggaetón. 
  3. La ciudad de México es la ciudad con más museos del mundo; ¿saben qué otro record debería tener? La de mayor número de marchas y manifestaciones POR DÍA. Pero qué les digo, la mayoría de esas marchas son tan necesarias... 
  4. ¿Te gusta vivir en paz y armonía? Olvídalo: esta ciudad es violentamente ruidosa: si no es música, son gritos, mentadas de madre, vendedores gritándole "llévele, llévele, a cinco pesitos" o los chicos de los micros que gritan "súbale, súbale"... 
  5. HAY MUCHA GENTE. MUCHA. Caminar en Madero, la calle más famosa del Centro Histórico, en los fines de semana, es desesperante. Un tramo que no te lleva más de cinco minutos, lo caminas en media hora, LO JURO.     
         Y desde el punto de vista turístico, ¿qué hay de bonito en esta ciudad? 

Bellas Artes: No se emocionen demasiado; el museo sólo vale la pena si vas los domingos o si hay alguna exposición interesante, porque unas cuantas pinturas no vale pagar ninguna entrada. Los eventos sí que valen todo lo que cuesta. By the way, caminar a lado de Bellas Artes garantiza una ceguera parcial, porque todo el blanquísimo edificio BRILLA UN CHINGO. 



Torre Latinoamericana: La vista del mirador es bonita pero no es la mejor. ¿El Restaurante-Bar? Pésimo servicio. 



Zócalo: Impresionante. Sólo estar ahí te revitaliza. La Catedral, Palacio Nacional, el Templo Mayor... Lo malo es que hay eventos en la plancha del zócalo a cada rato y no se puede apreciar bien. 



Museo del Templo Mayor: Está descuidado, sin duda lo mejor son los vestigios que están al aire libre. 



Calle Madero: Esta calle es una atracción por sí sola. Ah, no olviden comer los tacos de canasta que están a una cuadra del zócalo: están baratos y bien bonitos. 

¿Ven esto? Es Photoshop. La calle nunca está así de vacía. 

Frikiplaza: ¿Qué? Sigue siendo el mejor lugar para ligar divertirse en el Centro con menos de cincuenta pesos. Los videojuegos y la comida son la onda. Además, los Totoros que abundan en el lugar hacen feliz a mi corazoncito. 



Garibaldi. No vayas de día o te deprimirás. De noche tampoco es la gran cosa.



Alameda: Está muy bien, pero para caminar con tu pareja, hay muchos parques más bonitos, como el Parque Hundido. 



Centro de Coyoacán: Me encanta; el ambiente de feria, la comida, los helados, las artesanías, los museos... Es todo lo que la Alameda quiere ser y no puede.



Xochimilco: Perfecto para comidas en familia y pedas de amigos... Pero, no vayas si buscas un paseo relajante, no hay, no existe.




Museo Dolores Olmedo: El mejor museo de la ciudad de México, punto. No sólo por las obras; el ambiente tan tranquilo, los pavorreales, los xoloescuintles... Bellísimo. 



Museo de Antropología: Me caga la palabra "sobrevalorado", pero aquí aplica un poquito. De todas maneras, sigue albergando muchas de las piezas prehispánicas más hermosas jamás. Pero juro que le falta una remodelación...

Ojalá siempre sirviera esta fuente. 

Zona Rosa: Está muy bien para divertirse, pero los antros del Centro Histórico me gustan mucho más. 



Chapultepec: Hay zonas caóticas y llenas de gente; pero juro que hay zonas tranquilas donde puedes disfrutar del silencio como se debe. El Lago, aunque horriblemente verde, se disfruta con un paseo en lancha. El Castillo sigue siendo una belleza inconmensurable. 



Museo Soumaya: El segundo mejor museo de la ciudad. La única cosa buena que Carlos Slim ha hecho en su vida.



Basílica de Guadalupe: Visítenla aunque sean ateos, no se van a quemar si entran. 



Teotihuacán: No está técnicamente en la ciudad pero está muy cerca. Bello lugar, eso es todo. 



Cineteca Nacional: La amo, nunca cambies Cineteca, chocho. 



CANCÚN



No nací en Cancún pero hagan de cuenta que sí; la amo, ¿y saben en qué consiste el verdadero amor? Consiste en amar los defectos. Y Cancún tiene muchos, muchos...
         Olvídense de los siguientes estereotipos: 
  1. Vivir en Cancún no significa tener vista al mar.
  2. Vivir en Cancún no significa que sabes nadar ni que vas a la playa todos los días. 
         Jaja, ¿pero qué creen? Hay mucho más estereotipos que sí son ciertos:
  1. Los antros aquí son la locura.
  2. Los turistas las prefieren morenas/morenos. If you know what I mean... 
  3. Hace mucho calor. MUCHO. UN PUTERO. SÁLVESE QUIEN PUEDA. 
  4. Los hombres andan sin playera en la calle, las mujeres tampoco. 
  5. Las cosas sí son más caras, y los dólares se aceptan en todas las tiendas. 
        Tengo un problemita con Cancún; no se puede disfrutar a menos que cagues dinero. Y como yo no sufro diarrea monetaria, no conozco ni los mejores hoteles, ni los antros más famosos... Bueno, sí, sí los conozco: conozco las oficinas, las cocinas y esos lugares que sólo los trabajadores ven. Es como ver lo que hay detrás del glamour, detrás de bambalinas. Ver esta perspectiva me ha hecho conocer un Cancún que poca gente conoce, uno más sombrío y triste. :( 

Pero no sólo conozco esas ciudades, ¿qué otras cuántas he conocido, aunque sea un poquito? 

PLAYA DEL CARMEN



Es la hermana menor de Cancún. Sólo que está más tranquila, menos transitada, con más áreas verdes y AÚN MÁS CALOR, VÁLGAME DIOS. Amenaza con hacerse más grande, la muy perra. 


NAUCALPAN, ESTADO DE MÉXICO. 

La Ciudad de México vista desde Naucalpan. Naucalpan es tan feo que no merece una foto. La foto es viejita porque ahí sigue el famoso Toreo, y así siguen llamándole al metro.  

Este sí es el infierno, valedores. Aquí vivo; no quería decirles desde un principio, porque es tan chic decir que uno vive en el DF. Bueeeno, no es taan malo vivir en Naucalpan; es el menos pior de los municipios mexiquenses (tengo un amigo ecatepense que discutiría sobre esto conmigo). Olvidense; aquí si suelen asaltar, malditos sean. Hasta lo más bonito, Satélite, es feito de noche. ¿Y qué puedo decir de Los Remedios? Dicen que pronto será nombrado Pueblo con Encanto; nel, a Pueblo Mágico no llega ni aunque se diga mil veces que la Virgen de Los Remedios fue la primera Virgen de América y que probablemente el verdadero árbol de la Noche Triste está colina abajo de la Iglesia y no donde se supone que está. 


MÉRIDA



Lo poco que conozco de esta ciudad se veía hermoso. Espero ir de nuevo para reafirmar que es mejor ciudad de lo que aparenta. Pero eso sí, PINCHE CALOR, SU PUTA MADRE. 

PACHUCA Y REAL DEL MONTE. 



Pachuca está bien equis, a decir verdad. No hay mucho que decir más que lo que se dice siempre de otras ciudades: el centro está retebonito y la gente es bien retelinda ¡Pero Real del Monte es la onda! Es el Pueblo Mágico por antonomasia: requetebonito y con los pastes más ricos de la vida. Eso sí, PINCHE FRÍO, SU REQUETEPUTA MADRE. 

QUERÉTARO. 



Jamás pensé que lo diría pero amé con todo mi corazón esta ciudad: tiene el pasado colonial de la Ciudad de México y la modernidad de Cancún. La Plaza de Armas es la cosa más linda de la historia y la comida es deliciosa. El clima es taan equilibrado y templado; y bueno, la familia que nos acogió a los peruanos y a mí tendrá siempre un lugar en mi corazoncito. 

SAN MIGUEL DE ALLENDE.



Está bonito, hay helados ricos y está lleno de norteamericanos. Pero Querétaro se robó mi corazón; una vez más, te amo, Querétaro, my BFF 


¿Seguirán siendo favorables los astros conmigo? ¿Visitaré de nuevo Mérida? ¿Conoceré alguna vez Perú? ¿Los tacos de canasta en la calle Madero seguirán siendo tan ricos como siempre? ¿Guitar Hero y Yu Gi Oh seguirán jugándose en la Frikiplaza? ¿Seguirá siendo gratis el Museo Soumaya? ¿Zona Rosa se convertirá en Zona Roja? ¿Es Playa del Carmen mejor que Cancún? No se pierdan la siguiente entrada de mi blog; donde discutiré de estos temas y otros aún más irrelevantes, ¡viva México y muera Peña Nieto, cabrones!




PD: Cancún es obviamente mejor que Playa del Carmen, eso hasta un playense lo sabe. 

sábado, 7 de febrero de 2015

Los mandamientos de los estudiantes de Lengua y Literatura Hispánicas.


  1. Amarás al majestuoso, soberano, ilustre y magnánimo Alfonso Reyes por sobre todas las cosas.
  2. No tomarás el nombre de Saussure en vano.
  3. Santificarás las pedas.
  4. Honrarás a tu padre y a tu madre... sobre todo cuando te miran raro cada vez que tratas de explicarles (de nuevo) porque estudias lo que estudias.
  5. No matarás... a menos que sean los personajes de tus cuentos; de ser así, mátalos a todos. 
  6. No doblarás a la mitad la página donde te quedaste. Usa separadores, culero.
  7. No prestarás libros.
  8. De verdad, no los prestes.
  9. No robarás los libros que ya te prestaron. Devuélvelos, perra.
  10. No levantarás falso testimonio, sobre todo cuando te pregunten si has leído tal libro.
  11. No consentirás pensamientos ni deseos impuros hacia tus profesores. Déjate ahí, sucio.
  12. No codiciarás los libros ajenos.
  13. No sabrás responder con exactitud cada vez que te pregunten de qué vas a trabajar. 
  14. Rezarás "Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí" todas las mañanas. 
  15. Aceptarás a José Revueltas como el Chuck Norris de la literatura mexicana. 
  16. No entrarás a las librerías El Péndulo o a Ghandi para pasear tus frivolidades. Mejor compra en los tianguis, pinche poser. 
  17. Retacarás tu librero personal con ediciones de "Sepan Cuántos"
  18. No te saltarás las notas a pie de página de Cátedra. Sobre todo las que ocupan la mayor parte de la página.
  19. Te preguntarás si la literatura es lo tuyo después de haber leído el Mio Cid en español antiguo.
  20. No sabrás traducir del latín al español por mucho que hayas memorizado las cinco declinaciones. 
  21. Mirarás feo a todos los que lean a Paulo Coelho, Carlos Cuauhtémoc Sánchez, Stephanie Meyer y a todos los escritores de best-sellers, manteniendo en secreto que tú los leíste en el pasado (o los sigues leyendo)
  22. No participarás en clase si vas a repetir lo mismo que acaba de decir el profesor, sólo que en otras palabras
  23. No declamarás poesía con el mismo tono de voz de Sabines, Benedetti o Cortázar. 
  24. No desdeñarás a la lingüística. 
  25. No citarás libros que ni siquiera has abierto en tus investigaciones y trabajos finales.
  26. No presumirás de haber leído un libro si solamente leíste las primeras treinta páginas. 
  27. No despreciarás los prólogos.
  28. No entenderás los libros de teoría literaria.
  29. Tampoco entenderás al signo linguistíco del todo. 
  30. No podrás definir a la literatura. Nunca. 

*El autor de estos mandamientos no se jacta de haberlos cumplido todos al pie de la letra.