- Amarás al majestuoso, soberano, ilustre y magnánimo Alfonso Reyes por sobre todas las cosas.
- No tomarás el nombre de Saussure en vano.
- Santificarás las pedas.
- Honrarás a tu padre y a tu madre... sobre todo cuando te miran raro cada vez que tratas de explicarles (de nuevo) porque estudias lo que estudias.
- No matarás... a menos que sean los personajes de tus cuentos; de ser así, mátalos a todos.
- No doblarás a la mitad la página donde te quedaste. Usa separadores, culero.
- No prestarás libros.
- De verdad, no los prestes.
- No robarás los libros que ya te prestaron. Devuélvelos, perra.
- No levantarás falso testimonio, sobre todo cuando te pregunten si has leído tal libro.
- No consentirás pensamientos ni deseos impuros hacia tus profesores. Déjate ahí, sucio.
- No codiciarás los libros ajenos.
- No sabrás responder con exactitud cada vez que te pregunten de qué vas a trabajar.
- Rezarás "Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí" todas las mañanas.
- Aceptarás a José Revueltas como el Chuck Norris de la literatura mexicana.
- No entrarás a las librerías El Péndulo o a Ghandi para pasear tus frivolidades. Mejor compra en los tianguis, pinche poser.
- Retacarás tu librero personal con ediciones de "Sepan Cuántos"
- No te saltarás las notas a pie de página de Cátedra. Sobre todo las que ocupan la mayor parte de la página.
- Te preguntarás si la literatura es lo tuyo después de haber leído el Mio Cid en español antiguo.
- No sabrás traducir del latín al español por mucho que hayas memorizado las cinco declinaciones.
- Mirarás feo a todos los que lean a Paulo Coelho, Carlos Cuauhtémoc Sánchez, Stephanie Meyer y a todos los escritores de best-sellers, manteniendo en secreto que tú los leíste en el pasado (o los sigues leyendo)
- No participarás en clase si vas a repetir lo mismo que acaba de decir el profesor, sólo que en otras palabras
- No declamarás poesía con el mismo tono de voz de Sabines, Benedetti o Cortázar.
- No desdeñarás a la lingüística.
- No citarás libros que ni siquiera has abierto en tus investigaciones y trabajos finales.
- No presumirás de haber leído un libro si solamente leíste las primeras treinta páginas.
- No despreciarás los prólogos.
- No entenderás los libros de teoría literaria.
- Tampoco entenderás al signo linguistíco del todo.
- No podrás definir a la literatura. Nunca.
*El autor de estos mandamientos no se jacta de haberlos cumplido todos al pie de la letra.
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