Pues
esto es un blog. Mejor dicho, es mí blog. Y como es mío, he subido las
cosas que me han dado la gana. Pero creo que, al menos durante los dos años que
lleva abierto este blog, esto parece más bien un cajón donde pongo las cosas
que ya no me caben en otro lado; como una especie de sótano donde escondo los
trabajos que me dejan en la escuela y una que otra cosa literaria que tengo por
ahí.
Y como me dí cuenta que para leer
ensayos escolares ya existe buenastareas.com (y los ensayos incluidos ahí son
de nivel secundaria y prepa, qué estafa), esta vez quiero tener mi propio
espacio para poder expresar lo que me dé la gana; sí, el mismo espíritu, pero
esta vez sin tanta formalidad. Puede que suba de nuevo ensayos que me pidan en
la carrera de Letras, pero, bah, voy a tratar de no hacerlo porque eso de ser
tan formal en los escritos sólo aplica en aquellas aburridas y pretenciosas conferencias
magistrales que se organizan en las universidades.
Pero, ¿qué es lo que tiene este blog
en este momento? Nunca creí que fuera necesaria una presentación en el momento
que lo creé, porque no quise sonar mamón o aburrido diciendo “yo soy fulano de
tal y aquí subiré textos míos porque soy intelectual, soy inteligente, ay que
bonito soy”; pero sobre todo porque, seamos honestos, ¿quién está leyendo esto?
¿Tú? Ja. También alguna vez me dijeron que los reyes magos leían mis cartas. :(
Y si las leyeron, se dieron cuenta
en seguida que Luis sería un chico muy talentoso jotito, entonces le
dieron un juego llamado “Los Sims” que hasta el día de hoy sigue siendo desahogo
de sus desesperanzas (tss, está cabrón eso de bautizar a un Sim con tu nombre y
a su pareja con el nombre del chico que te gusta y ponerlos a vivir juntos en
una casa de dos pisos con un bebé y una mujer arrimada que antes fue novia de
uno de ellos [y por alguna extraña razón sigue viviendo con ellos, enferma], y
después asesinarlos encerrándolos en un muro donde orinaron y cagaron hasta
morir, fin n.n ) y causa de sus procrastinaciones y desvelos (¡saludos Gaspar!).
Ya desde entonces me gustaba jugar con la vida de las personas como un Dios, y
cuando me dí cuenta que había una “disciplina artística” en la que podías hacer
eso sin que nadie piense que seas un enfermo mental rarito mamón,
entonces hice mis maletas y me fui a ese país hermoso y desconocido de la
literatura.
Pero descubrí que de todas maneras
hay muchos raritos mamones en aquella nación maravillosa, pero pues bueno: si
no llueve, llovizna. En las entradas anteriores he subido varios de mis cuentos
y también me atreví a subir una novela entera; si me la encuentro algún día en
otra página, me lo merezco por no reclamar derechos de autor. … Pero podría empezar hablando un poco
de los cuentos que más satisfacciones me han dado, especificando con qué forma
llegaron a mi cabeza:
Sofía Sofía: ¿Y si un hombre es
condenado a repetir el nombre de su novia cada cinco minutos para conservar su
vida? Ojalá vuelva a escribir
con la misma fuerza con la que escribí este cuento. Fue algo así como mi carta
de presentación, y el primer cuento que mucha gente leyó de mí. También, para
quien me conoce de más, sabrá que este cuento es reflejo de mi vida.
Palabras vivas: ¿Y si un
hombre exige a su moribunda novia que grabe todas las palabras del español para
así conservar su voz en un software? Alguna vez estuve en un taller
literario. Cuando mis compañeros y yo nos presentamos en sociedad, yo decidí
leer este cuento con ayuda de una amiga. Cuando terminé, me aplaudieron y vi
gente que se secaba los ojos. Ya sé que están pensando: “ay, Luis, te chocan
los mamones pero tú eres uno”, pero es que, ¡tuve un orgasmo en ese momento!
También quería contarlo para ejemplificar algo: yo no escribí ese cuento
pensando que estoy contando una historia de amor. En realidad creo que es una
historia de obsesión y de miedo a la vida. O al menos eso creo.
La cacería: ¿Y si un hombre que
quiere infectarse de VIH, se enamora ? Creí
que nunca haría este cuento, pero lo tuve que sacar, más por inercia que por
deseo. Me sigue pareciendo el único cuento de realismo crudo que he escrito en
mi vida; y quizás el único que escribiré en ese tono. Ya mencioné un
poco más del tema del VIH y las relaciones homosexuales en mi post “Del amor que
no se atreve a decir su nombre”
Ø ¿Te das cuenta que todos los cuentos hablan de amor
y de muerte? Pero, ¿qué cuento no habla de amor y de muerte? Díganme uno. ¿Los asesinos de Hemingway? Muerte. ¿Continuidad de los parques de Cortázar?
Simultaneidad, pero al final es muerte. ¿El
Aleph de Borges? Es el cuento más sentimental que Borges escribió en su
virginal vida. ¿El guardagujas de
Arreola? Ok, ganaron. Ese cuento es tan perfecto que se sale de la norma.
Lucho: Ah, ¡entonces esta cosa sí
es del infierno, y encima promueve la sodomía!
Así es, Lucho; yo tengo un lugar reservado en el
infierno, y nunca me he preocupado por pecar :)
¿Quieren saber una ironía? El post
más leído que tengo en este blog es la reseña de El caballero inexistente de Ítalo Calvino (uno de mis autores
favoritos), con 875 visitas. Quizás mi reseña le ayudó a algun flojonazo que le
pidieron hacer una reseña de ese libro. Quizás mi reseña la leyó algún profesor
que no es Oscar de la Borbolla, que fue a quién le entregué ese ensayo (¿lo
habrá leído él?). O quizás yo soy un culero que piensa lo peor de la gente, y
en realidad ese libro es la onda y quisieron leer casualmente la reseña de un
pendejo; léase pendejo con la connotación argentina de mozo o ingenuo, no de
imbécil… Bueno, un poquito.
Ahora trataré de escribir más
frecuentamente, y también, más intimamente. Siempre he tenido ganas de hacer
reseñas y análisis de las cosas que gustan, pero sin tanta formalidad y salsa
en mis tacos. Ahora le voy a bajar a mi desmadre, me soltaré el cabello, me
vestiré de reina, me pondré tacones, me pintaré y seré bello. CHOCHO (o XOXO,
como quieran).
PD:
Aunque les cueste trabajo creerlo, soy homosexual. :O
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