Si
algo he aprendido en esta corta vida, además de que no existen los dueños de la
verdad absoluta (ni Jesús, ni Nietzsche, ni Gustavo Cerati), es que el amor es
una perra caprichosa… Offtopic, esto me recuerda a una frase de LOST; cuando
Benjamin Linus, el otrora antagonista de la historia, se revela como un simple
peón de las necesidades de la “isla”, o más bien, de su líder, Jacob… Entonces
dice: “Destiny is a fickle bitch”
Lo mismo se puede decir de los
sentimientos. Justo acabo de leer Las
cuitas del joven Werther, del
escritor-del-cual-nunca-he-averiguado-bien-como-se-pronuncia-su-nombre, Goethe;
probablemente hubiera sido mi libro favorito si lo hubiera leído cuando tenía
quince años, cuando mi corazón ardía en el fuego del amor no correspondido. Pero no. Recién lo leí, a los veintidós años,
justo cuando he llegado a la conclusión de que, en efecto, el amor es una perra
caprichosa, una zorra que maneja los hilos, que nos mueve o nos inmoviliza. Una
de mis pinturas favoritas es El amor
victorioso de Caravaggio
¿Por qué? Véanlo bien: el niño no es
un Cupido genérico de los que se venían manejando en el medioevo, cuando todos
ellos eran simplones niños de cabellos dorados, piel de porcelana y mejillas
rosadas. No; éste es un niño travieso, sucio, no es el más guapo ni mucho
menos. Es un niño que en cualquier momento te puedes encontrar en la calle, con
la misma sonrisa libertina. Caravaggio sabía bien que el amor es un niño
caprichoso, no uno bello ni pulcro; es la clase de niño que, en una lluvia
torrencial, prefiere mojarse que esconderse en un techo seguro. El amor nos
empuja a mojarnos, aunque no queramos :( (If you know what I mean… :) )
He visto que mucha gente confunde
los términos cursi, sentimental y romántico. Es normal, dado que mucha gente, que no debería tener
permitido tener una lugar privilegiado en la televisión y la radio, usan
aquellos términos como si fueran sinónimos. Cada término tiene su significado
exclusivo, y quien los confunde y los usa arbitrariamente, es que no tiene idea
de qué está hablando. Y cuando no sabes definir tus sentimientos con las
palabras precisas, entonces puede que tengas un problema.
De una vez digo que no soy para nada
experto en el tema, y que, como dije en el principio, nadie es dueño de la
verdad… y mucho menos lo será quien escribe en sus ratos “libres”. Pero a ver…
Hablando del Werther, ésta es la
novela romántica por excelencia: la pionera, quizás no la primera pero si la
más conocida que hable sobre este aspecto trágico del amor: el amor no
correspondido, el amor extramarital, la exaltación de los sentimientos amorosos
hasta el punto de la exageración… Como dije, esta novela me hubiera encantado a
los quince años; ¿por qué? Primero, porque su principal público es el joven
enamorado (y me parece obvio que si es joven y está enamorado, es que también
sufre), el idealista, el pacifista. Es también una novela que favorece a los
desprotegidos: los pobres, los niños, los locos… ¿Es Werther un pobre niño loco?
Es un pintor y un artista, ¿y qué características tienen los artistas en común?
Lo primero que viene a la mente es aquella idea estereotipada del loco como
artista, como persona que ve la realidad desde perspectivas que la gente “normal”
no puede verla… Otra cosa: los artistas son como niños, ¿no es esa otra idea
estereotipada? Y al último, algo que no es una idea estereotipada, porque es la
pura verdad: el artista es pobre. ¿Quiere decir que Werther, al defender a los
pobres, a los niños y a los locos, se está defendiendo a sí mismo?
Quizás son ideas anacrónicas: lo que
sí estoy seguro es que me parece que muchos “artistas” tomaron como molde a
Werther para desempeñarse en sus disciplinas. Tal vez Goethe es culpable
indirecto de aquel lugar común: del artista enamoradizo y pasional, que tiene
como musa (o muso) a alguien inalcanzable, y en su dolor, escribe, pinta o
compone obras de arte.
El romanticismo es una corriente
literaria, sí; no quiero escribir lo mismo que en mil portales de internet ya
se resume, pero para acabar pronto, Werther
es la novela romántica por
excelencia: los sentimientos son tan enardecidos que llegan a un nivel
hiperbólico, y éstos, ya sean alegres o tristes, se mimetizan con la
naturaleza: cuando Werther está feliz, es verano. Cuando está triste y decide
suicidarse, es invierno.
Quizás la confusión viene a la hora de etiquetar las
películas en géneros (cosa que yo encuentro inútil): “romance movies” o “comedias
románticas”. Éstas son historias de amor en toda regla, pero cuando alguien
dice “novela romántica”, no necesariamente es una historia de amor (aunque, ¿qué
libro no incluye una historia de amor?). El adjetivo “romántico”, en toda
regla, significa algo relacionado al romanticismo, o que incluye alguna de sus
características… las cuales no enlistaré aquí, porque para eso está Wikipedia.
En cuanto a lo “sentimental”, generalmente se
atribuye este adjetivo a las personas que tienden a ser sensibles. La RAE lo
define así:
sentimental.
(De sentimiento).
5. adj. eufem. Correspondiente a las relaciones amorosas sin vínculos regulados
por la ley. Experiencias, relaciones sentimentales.
Es curiosa la primera definición:
porque ya desde ahí aparece la idea generalizada de la persona sentimental: no
necesariamente es una persona que tiene el sentimiento a flor de piel, sino
que, al menos, aquel sentimiento casi siempre es de carácter amoroso. Pero,
ahora que lo pienso, ¿el amor no nos provoca todos los sentimientos? ¿No el
amor también nos suscita, en algun momento, ira, celos, melancolía, euforia?
Existe también la novela
sentimental. No es una corriente, como en el caso del romanticismo: es un tipo
de novela que se cultivó en el prerrenacimiento o renacimiento, sobre todo en
España, y casi siempre son de carácter trágico. Un ejemplo sería Cárcel de amor (ya desde el nombre suena
trágico, ¿no?)
Lo que sí sé con certeza es que no
existe una clasificación de “novela cursi” o así. Porque la cursilería es una palabra que alberga
todos los valores negativos del sentimental y el romántico:
cursi.
(Etim. disc.).
1. adj. Se dice de un artista
o de un escritor, o de sus obras, cuando en vano pretenden mostrar refinamiento
expresivo o sentimientos elevados.
2. adj. coloq. Dicho de una persona:
Que presume de fina y elegante sin serlo. U. t. c. s.
3. adj. coloq. Dicho de una cosa:
Que, con apariencia de elegancia o riqueza, es ridícula y de mal gusto.
El cursi es el empalagoso, el
zalamero, el afectado: quien es tan fingido y poco natural que es inverosímil y
nos produce aversión. ¿Cómo evitar lo cursi?
Una buena “comedia romántica” es As Good As It Gets. En México le
pusieron Mejor… imposible. Jack
Nicholson es un escritor de novelas rosas pero que curiosamente es el ser más
misógino y maniático que existe; tiene un trastorno obsesivo-compulsivo y el psiquiatra
le receta pastillas que él se niega a tomar. However, se enamora de la mesera
(Helen Hunt) del restaurante que más frecuenta. En una serie de eventos
desafortunados que no escribiré aquí por hueva falta de espacio,
realizan un viaje en compañía de un hombre que podría ser la pareja perfecta de
la mesera si no hubiera decidido ser gay; y en ese mismo viaje, el escritor
confirma lo que no quería reconocer: que está enamorado.
Tal como lo escribí suena como la
historia más cursi posible, con un final predecible y escenas para decir “awww
qué pendejo”. Pero no. Es una gran
película, ¿por qué? Porque sus personajes son humanos. Están mejor
construidos que todos los personajes de Bajo
la misma estrella; porque no, el escritor misógino no es sólo un hombre
amargado con la vida, y la mesera, que también es mamá soltera, no es sólo una
mujer independiente que se gana por sí sola el pan de cada día: son más que
eso. Una de mis escenas favoritas es cuando el escritor está cantando Always look on the bright side of life
mientras toca el piano: la canción tiene la letra más optimista (y también
pesimista) que se puedan imaginar, y en voz de aquel hombre, parece casi una
ironía. Pero luego vemos escenas donde se encariña con un perro que su vecino
gay le pide que cuide. El perro le toma cariño al escritor e incluso llega a
tener sus mismas manías. El escritor se encariña del perro de una manera que
nunca lo vemos con otro ser humano.
La escena “aaaw” de la película, y
mi favorita, es cuando Jack y Helen (no recuerdo los nombres de los personajes,
lo siento) deciden cenar en un restaurante. Jack se ve muy nervioso, pero
decide soltarlo todo: que la razón por la cual frecuentaba el restaurante, era
para verla a ella (a pesar de que ahí la trataba como una mesera cualquiera), y
desde que la conoció, ha empezado a tomar las pastillas que él se negaba a
tomar; las pastillas que el doctor le recetaba para su trastorno compulsivo. En
otras palabras…
Claro que es una escena sentimental,
pero no es cursi; porque durante toda la historia vemos las tribulaciones de
ambos, las dificultades monetarias y la soledad que Helen siente, la dificultad
que tiene Jack para relacionarse con las personas… Helen ha estado esperando la
llegada de su “principe azul”, pero no quiere hacerse a la idea de que ese “principe”
es este viejo amargado. Es un “amor” imperfecto; no es un amor juvenil, ideal y
tórrido como en las malas comedias románticas. Es un “amor” de dos personas ya
en sus cincuentas, con miles de preocupaciones y responsabilidades encima.
Pongo entre comillas la palabra “amor” porque, ¿realmente estamos hablando de
amor o de enamoramiento? No quiero decir en qué acaba la película, aunque no es
difícil suponerlo…
Regresando al Werther, cualquier
lector casual que lo lea podría pensar que tiene todos los lugares comunes de
las historias de amor… ¡Pero claro, es la historia madre de todas ellas! Si
tomamos lo mejor del idealismo de Werther, podemos encontrarnos con pensamientos
filosóficos y morales que nos pueden acompañar toda la vida. Si tomamos lo
peor, si vemos su suicidio como una decisión cobarde más que valiente, entonces
podemos acusar a Werther de los suicidios y los enamoramientos idealizados que
inundan nuestra civilización occidental :/
Lucho: Pero, ¿cómo puedes insinuar
que el suicidio de Werther es una decisión valiente? ¿Estás haciendo una
apología del suicidio?
Pongámonos en los pies de Werther.
Es un hombre cuyo valor más preciado es su libertad. Un hombre libre, ¿no sería
preciado para él decidir en qué momento terminar su vida? Podríamos pensar que lo
hizo por los motivos equivocados: si ahora nos dicen que alguien se mató por la
mujer que ama, entonces podríamos decir que es un imbécil (yo lo diría). Pero,
si se lee Werther como una simple
historia de amor, entonces la estamos leyendo por encima. La finalidad de
Werther es permanecer invicto con sus propias ideas y recuperar la inocencia.
Para Werther, enamorarse es una determinación, no un accidente. Decide
suicidarse no sólo porque Carlota no la ama; también porque prefiere hacerlo
antes de perder su pureza, antes de caer en el amor extramarital, antes de ser
el “plato de segunda mesa”. ¿Y qué significa ser el “plato de segunda mesa”? Pues
ser uno más en el mundo, un individuo ordinario. Y Werther es un espíritu
libre, un hombre que prefiere mojarse en la lluvia antes de protegerse en un
techo. Puesto así hasta yo preferiria suicidarme :p
Hay otras cosas que se pueden decir
de Werther: que la historia aparente es su amor a Carlota, pero la verdadera
historia es su comunión con la naturaleza. Que para él, la muerte es sólo la
recuperación de la totalidad, la verdadera vida eterna. Que Werther también se
suicide es porque él, al igual que Madame Bovary y Anna Karenina, son
personajes aburridos metafísicamente: personajes que, para ellos, el mundo no
basta. El mundo no los merece :(
Tengo sentimientos encontrados con
Werther. Mi lado infantil e idealista leyó encantado el libro. Mi lado más frío
y racional no está tan impresionado. Supongo que Werther es un mejor libro si
se lee cuando uno está enamorado (aunque yo siempre lo estoy :p), cuando uno es
joven, flaco, ojeroso y sin ilusiones. En el sentido pragmático, me parece
aborrecible su suicidio. En un sentido más idealista, su suicidio me parece
como el único fin justo para su vida. El mundo podría dividirse en los que simpatizan
con Werther y los que no, en los saben distinguir entre sentimentalismo y
cursilería y los que no. Aún así, el
amor sigue siendo una perra caprichosa.
PD:
¿Les spoileé Werther? No me importa.
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